Tojeira: “Negación de visas a militares salvadoreños, una acción de poco efecto»

El exprovincial de Centro América de la Compañía de Jesús, padre José María Tojeira expresó su valoración sobre la decisión de los Estados Unidos de negar visas de entrada a 13 exmilitares que participaron en la masacre de seis sacerdotes jesuitas y dos mujeres colaboradoras.

El 16 de noviembre de 1989, por la madrugada, en la residencia de los jesuitas, ubicada en el campus de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), en El Salvador, fueron asesinados seis sacerdotes y dos colaboradoras por un grupo de militares pertenecientes a las fuerzas armadas. Los cadáveres fueron encontrados con al menos un tiro en la cabeza. Desfigurados.

Miembros del entonces Batallón Atlacatl, entraron al predio de la universidad y fueron directamente a la casa de los jesuitas, donde perpetraron la masacre. Después de cometer este horrendo crimen, dejaron señales falsas con las que pretendían acusar a la guerrilla de este magnicidio.

Han pasado treinta años y solo un militar ha sido juzgado y condenado por esta masacre, el coronel Guillermo Benavides.

La guerra civil duró 12 años. Durante todo ese tiempo, el gobierno estadounidense apoyó militar y económicamente a El Salvador. Raúl Benítez en el artículo «Guerra civil en El Salvador y esfuerzos para alcanzar la paz»  muestra el incremento del gasto del gobierno salvadoreño dedicado a la defensa. Éste ascendió de 14.9% en 1975 y 19.1% en 1979, a 45.7% en 1987, constituyéndose como el principal factor que incide en la «militarización de la economía».  Matthew James Hone, también da cuenta del incremento de los recursos destinados a la guerra y la consideración de los Estados Unidos como fuente de financiación.

P. José María Tojeira: “una acción de poco efecto”

Entrevistado por Vatican News, el p. José María Tojeira, provincial de los jesuitas de Centro América cuando ocurrió la masacre expresó: “Esta es una medida tardía, una acción de poco efecto. El efecto real de la negativa de visas creo que va a ser bastante pequeño. Algo que sale en los periódicos pero que se olvida rápido”.

Información en beneficio de la verdad

Tojeira afirma que “los norteamericanos tenían sobrada información sobre lo ocurrido casi inmediatamente después de los hechos. Pero prefirieron callar y encubrir. La negación de visas tiene un relativo aspecto de sanción y reconocimiento, pero en vez de eso mejor harían es clasificando plenamente la información que tienen sobre el asesinato de los jesuitas y de otras masacres. Incluso los papeles desclasificados que entregan a congresistas católicos que nos ayudaron, los dan llenos de tachaduras que a veces impiden la plena comprensión del documento o eliminan nombres. Lo de la visa puede considerarse positivo por la dimensión pública que adquiere, pero es ciertamente una colaboración mucho más pequeña que la que podrían dar en beneficio de la verdad”.

Justicia en deuda

El exprovincial recuerda las declaraciones del coronel Milton Menjívar, jefe del grupo militar de apoyo al ejército salvadoreño: “Desde el principio dio un informe en el que afirmaba que tenían que haber más militares involucrados en el asesinato de los jesuitas. Él nunca fue llamado a testimoniar”. Este caso, al igual que el del asesinato de San Óscar Romero siguen impunes. Las instituciones encargadas de hacer justicia en El Salvador, continúan en deuda.

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