El virus SARS-COV-2, responsable del COVID-19, puede alojarse en el cerebro durante meses, lo cual podría tener incidencia en la aparición de síntomas neurológicos y psiquiátricos como encefalitis, agitación, confusión, delirio y, a largo plazo, depresión y ansiedad, documentó un especialista adscrito al Hospital General de México.
Con base en una revisión de casos analizados en revistas científicas, el médico psiquiatra Homero Maldonado Mendoza estableció que existen evidencias de que el nuevo coronavirus puede ser el responsable de algunas complicaciones psiquiátricas y cognitivas en pacientes diagnosticados con el COVID-19.
Al respecto, existen varias hipótesis: una afirma que el SARS-COV-2 puede ingresar al sistema nervioso central a través del epitelio nasal, donde puede afectar al bulbo olfatorio; otra propone que el virus puede alojarse en el torrente sanguíneo; una tercera opción considera que el organismo genera por sí mismo una respuesta inflamatoria y producción de anticuerpos para enfrentar al patógeno.