¿Por qué torturar un cadáver?

Al ser cuestionado José Rogelio Villareal, secretario de Jorge Rafael Videla ¿Por qué la desaparición, traslado, ocultamiento y tortura del cuerpo de Eva Perón? Respondía: «Porque fue a la única que realmente la extrema derecha argentina le tuvo miedo». No alcanza con la muerte para derrotar al adversario político en nuestra cultura. Hay que tratar de borrarlo de la historia, eliminarlo de la foto y dejar por escrito que era malo, enemigo del Estado. Así ha funcionado la política en estos lares. ¿Cambió? más bien se diría (viendo las formas) que tiene la expresión del casado que confía en que el amor llegará con el tiempo, y que al pasar los años acaba por aceptar que no ha llegado ni llegara nunca.

La política en un mundo interconectado y de pos verdad en un país de la periferia mundial muy pocos intentan cambiarla. Hay un retorno de lo mismo de siempre en la política actual. Mientras la ciencia política sostiene que una elección se gana con discurso y contenido quienes pretenden seguir esos pasos se empeñan en que las cosas en el territorio se sigan haciendo igual. De allí que muchos empeñen todas sus energías en ganar la batalla sin importarles perder la guerra. Después de hacer un análisis a la razón de la política salvadoreña llegué a la intima convicción de que quienes apoyan a otros pre-candidatos en unas elecciones internas de partido tenían la estrategia clara de que para que su preferido electoral pudiera ganar un escaño legislativo en las elecciones generales pasaba irremediablemente por la táctica de que los otros competidores quedaran fuera de la planilla de candidatos finales que presentaría el partido al electorado.

Esto desencadena una guerra donde tristemente valía todo. Ese todo vale lleva a justificar anteponer el interés personal o de sus grupos sobre el de los municipios o comunidades. Las claves para propios y extraños que permiten entender la dialéctica de poder en El Salvador actual hay que encontrarlas antes en un repaso obligatorio histórico-filosófico del peronismo; PODEMOS y MORENA. Poder ¿es sustantivo o verbo? Referido a lo que puedo y no puedo hacer es verbo. Las relaciones de poder en una comunidad que se dice cristiana y que lo pregona para justificar la intromisión de la religión en la política deberían ser fáciles entenderlas.

Los versículos bíblicos que hablan sobre la prohibición de no comer del fruto prohibido es una lucha de poder que ya sabemos quién pierde. Entonces, lo primero que debe saber alguien que se mete a la política son sus limitantes de poder. Pero desafortunadamente al no ser así en la práctica les pasará factura. Esta falta de sentido común del político provinciano es lo que lo empujará a la idea del poder como represión. Cuando el poder –dirá Michael Foucault- no reprime sino que normaliza. Cuando comiencen nuestros llamados políticos sin pasado político a entender así la política habremos avanzado en la forma de hacerla. El poder no es de quien lo detenta, es al revés.

A quien le ha sido designado poder le pertenece a ese poder y deberá tratarlo con respeto porque corre el riesgo de que así cómo fue elevado con honores y dignidades igual será destruido cuando a su conveniencia de-construye ese poder. El peor poder es el que no se ve. Y no olvidemos que donde haya poder habrá resistencia. Y que el poder necesita de la resistencia para extenderse y expandirse. Por eso quienes deseen poder deberán leer a Marx, Foucault y Buda o ver la zaga de Matrix de los herman@s Wachowski. Además así al preguntarte un periodista cliché ¿cuál es el último libro que leíste? Evites la respuesta cliché e ignara de decir: la Biblia.

Definitivamente la lucha contra el poder, la verdadera lucha, es contra el poder y la resistencia al poder y allí llegue yo. Calma. La idea es derrotarlos sin pelearnos contaba el adelantado Pedro de Alvarado en su carta a Cortés donde le narra las venturas y desventuras de su viaje a lo que hoy llamamos El Salvador. El conquistador herido mortalmente por los indígenas nahua-pipil deja claro el desanimo por su virtual derrota de sus intenciones y proyectos los cuales deja para el futuro. La batalla de Acajutla fue el momento de gloria más importante de los guerreros indígenas contra españoles en tierras salvadoreñas (Mejía Vides lo ilustra muy bien en el mural del MUNA) la estrategia militar de los nahua-pipil fue atraerlos a las tierras pantanosas que ellos sabían estaban en esa parte del camino y desde las montañas aledañas atacarlos con todo el poder posible. Los atacaron protegiéndose.

Napoleón Bonaparte lo diría siglos adelante no hay enemigo pequeño siempre que este tenga la razón moral. Y muchos en política no tienen nada. La realidad no está en las cosas, es lo que nosotros proyectamos, el sentido que le damos a esas cosas donde finalmente se encuentra la realidad. El político tiende a confundir deseo con realidad y de esa dolencia dependerá perder o ganar elecciones. Luego se enojará culpando a los otros y tratara de torturar cadáveres.

Por: Marvin Aguilar, antropólogo cultural salvadoreño. Reflexiones de filosofía política durante la precampaña para ganar una curul en la Asamblea Legislativa

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