Por: Ramón Gutiérrez
La Madre Naturaleza está siendo agredida diariamente en el planeta Tierra, los bosques son talados por causa de la codicia humana, el calentamiento global es una realidad y por primera vez en los millones de años de existencia del planeta, se ha de dar por alteraciones artificiales causadas por la raza humana, no porque las leyes naturales lo causen, por situaciones que previenen otras situaciones que pudieran causar más daño.
Todas las leyes de la Naturaleza (Dios) concebidas en formas espontáneas y englobadas en un gran Centro de energía universal del cual provenimos todos y hacia el cual vamos todos al morir. La energía no se destruye, sólo se transforma y nosotros, todos los seres del Universo somos nada más que partículas de ese gran Todo Universal y a él pertenecemos y de él partimos algún lejano día.
Sí a la raza humana le fue dada La Tierra para que evolucionando hiciera de ella un lugar mejor, puedo afirmar sin ningún atisbo de duda que el ser humano ha fracasado en forma más que rotunda. El planeta se halla en crisis por culpa nuestra, el Calentamiento Global pone en riesgo la existencia de la vida en la Tierra. Miles de especies, formas de vida, se han extinguido durante nuestra administración y hoy nos hallamos frente al peligro de nuestra propia extinción.
No podemos ser tan engreídos y creer que somos la única forma de vida inteligente en todo el Universo, hay evidencias a través de la historia, que nos hacen pensar que formas de vida extraterrestre evidentemente con millones de años de existencia y con un desarrollo científico totalmente incomparable con el desarrollo actual del cual nos envanecemos.
Naves gigantescas como ciudades han venido a La Tierra cuando nosotros ni siquiera existíamos y cuando comenzamos a existir y peludos y agachados con caras simiescas, con frente reducida ante el pobre desarrollo cerebral, veíamos admirados aquellas cosas admirables en el cielo y cuando por fin quizás con ayuda genética de esos mismos visitantes pudimos dejar de gruñir y articulamos las palabras de un primitivo lenguaje, Quizás gritamos desconcertados ¡Dioses, son Dioses!
Y los Dioses bajaron al suelo terrestre y mediante su ciencia con herramientas, quizás de rayos Láser y con tecnología anti gravedad construyeron colosales monumentos: templos, pirámides, palacios, acueductos, ciudades maravillosas.
Quizás no quisieron aventurarse a darnos, a poner en nuestras primitivas manos toda esa tecnología e idearon el experimento genético, con una mezcla de ADN Neandertal y ADN extraterrestre para que pudiéramos evolucionar más rápido y luego ir vigilando nuestro desarrollo, anotando en cartillas de energía el cómo se desarrollaba el experimento, cómo la raza humana evolucionó a Homo sapiens y como en menos de 50000 años llegó al desarrollo desenfrenado en el que estamos ahora y como los defectos éticos de esta base simiesca nos llevaron al estado de cosas actual.
En la actualidad, las mayores potencias del planeta, ya no creen sean Dioses, olvidaron por una intervención planificada en el experimento genético, de dónde vienen y por ello sus mayores mentes filosóficas se preguntan aún: ¿De dónde venimos? Estas potencias han desarrollado proyectos para investigar qué son esas naves que periódicamente nos vigilan. Y cómo ninguna cosa es totalmente perfecta, algunas naves se han accidentado y han caído en manos de los científicos terrestres de esas potencias.
Así se dice que durante el Proyecto Libro Azul, ejecutado por EEUU, se investigaron muchas observaciones de supuestas naves extraterrestres, algunos de los fenómenos se les hallaron una explicación racional y simple; otros fenómenos fueron inexplicables. ¿Cómo la presencia de una de estas naves altera el funcionamiento de aparatos electromagnéticos? ¿Cómo pueden moverse en todas direcciones, cambiando el curso a velocidades no posibles a desarrollar por una nave terrestre?
Bob Lazar, un norteamericano que colocó un motor jet en un carro Honda, fue invitado a trabajar en tecnología inversa en el área 51, luego se le despidió y borraron sus archivos, pero al final la verdad sale a la luz y él pudo declarar que ahí se tenían platillos voladores y que estos funcionaban mediante un motor anti gravitacional basado en el uso del elemento 115, el cual es un elemento con estas propiedades y que hasta el momento no se ha podido dilucidar la clave del funcionamiento de estos motores y el uso de este elemento, que es inestable
Por años las naves que nos han visitado son de 5 tipos, las más grandes como ciudades volantes, en forma cilíndrica, como cigarros, una sonda espacial rusa hacia el planeta Marte captó una de esas naves de varios kilómetros de longitud, luego la sonda desapareció, se dijo por desperfectos en su funcionamiento, pero nunca se le dio explicación al enorme cigarro. Luego se han visualizado otras grandes, se cree que sean las naves nodrizas que como enormes portaaviones volantes circundan La Tierra a alturas usualmente no detectables y desde ahí envían naves más pequeñas, platillos, cápsulas, ángulos, triángulos que hacen su labor incursionando para controlar cómo va el experimento. A veces se ocultan en el fondo de los océanos, ya se han visto naves maravillosas brotar del océano y no hay explicación más que suponer que pueden estacionarse bajo las aguas.
Por años nos hemos dado falsas explicaciones de cómo se construyeron monumentales obras con piedras de muchas toneladas de peso mediante el uso de millares de esclavos y métodos rudimentarios, perforaciones en las piedras y cortes que aún con herramientas modernas sería difícil de ejecutar.
Ellos vinieron, vienen y vendrán y tienen estos Dioses, una muy difícil decisión: el experimento fracasó, los Homo sapiens están poniendo en peligro su planeta y mediante el desarrollo científico que se les ha permitido lograr mediante la energía nuclear y el rescate de algunas naves extraterrestres accidentadas. Esto mediante tecnología inversa les pone ahora en situación de llegar a ser un peligro para otros planetas y otras formas de vida del Universo.
Los Dioses pueden permitir que destruyamos nuestro planeta, llevándonos de encuentro toda la belleza de las distintas formas de vida que lo pueblan; pueden retrasar el proceso o pueden acelerarlo, pero ya no pueden detenerlo, el ser humano ha llevado a un punto tal la crisis planetaria, que ya es imposible evitar la destrucción. Ni los Dioses pueden evitarla
Podemos orar y ellos nos oyen, pues Buda, Jesucristo, Jehová, Quetzalcóatl, Horus, Krishna, Tláloc, Tezcatlipoca, y muchos más a través de la historia son extraterrestres que han venido a la Tierra, con sus principios, su ética, su filosofía, su ciencia, su tecnología y nos han permitido atisbar eso que no comprendíamos. Son millones de años sobre nuestra incipiente civilización. ¡Son Dioses! ¡Sólo eso pueden ser¡ ¡Dioses!