Carlos Alvarado se convirtió hoy en el mandatario número 48 de Costa Rica, tras juramentar y recibir la banda presidencial por parte de la presidenta de la Asamblea Legislativa (parlamento), Carolina Hidalgo.
Con gritos de ‘Si se pudo’ y fuertes aplausos, los cerca de dos mil presentes congratularon a Alvarado en la ceremonia de traspaso de mando, que se efectúa en la capitalina Plaza de la Democracia y de la Abolición del Ejército.
De 38 años de edad, Alvarado es el segundo presidente más joven de la historia de Costa Rica y fue investido para ejercer la magistratura en el período constitucional 2018-2022, el cual coincidirá con la conmemoración de los 200 años de la independencia del país, en 2021, por lo que le llaman el gobierno del bicentenario. Alvarado y su equipo de gobierno llegaron a la capitalina Plaza de la Democracia y de la Abolición del Ejército en un autobús ecológico (hidrógeno), tras recorrer los sitios más representativos de la capital, que encarnan la tradición y valores democráticos costarricenses, pilares del gobierno de unidad nacional 2018-2022. En cumplimiento del programa previsto la comitiva presidencial salió a las 08:30 hora local desde La Sabana, en el edificio que albergó el primer aeropuerto de Costa Rica construido en la década de 1930, el cual acoge actualmente el Museo de Arte Costarricense que hospeda, conserva, exhibe y promociona reconocidas obras plásticas.
Alvarado y su equipo recorrieron el Paseo Colón hasta desembocar en la Plaza de la Democracia y la Abolición del Ejército, sitio emblemático desde el cual el 1 de diciembre de 1948, José Figueres Ferrer tomó la histórica decisión de abolir el ejército.
Una vez concluida la sesión solemne de investidura presidencial, Alvarado se trasladará al capitalino Teatro Nacional -declarado símbolo nacional- en compañía de sus vicepresidentes, Epsy Campbell y Marvin Rodríguez, para saludar a cada uno de los representantes de las delegaciones extranjeras.
Carlos Alvarado se impuso en la presidencia con el 60,0 por ciento de los votos en el balotaje del 1 de abril pasado, contra los resultados de la mayoría de las encuestas previas, que le daban desde una ligera hasta una amplia ventaja a su rival, el candidato Fabricio Alvarado (40,0), del evangélico conservador Partido Restauración Nacional.
De ahí, los gritos de ‘Si se pudo’ de los asistentes a la ceremonia de investidura presidencial.
(Con información de Prensa Latina)