Autoridades aduanales del estado de Baviera abrieron una investigación para verificar las condiciones de ingreso a Alemania de un lote de piezas prehispánicas, cuya subasta está prevista para el próximo 21 de septiembre.
El pasado martes 7 de septiembre La Jornada reportó la subasta que prepara la casa Gerhard Hirsch Nachfolger.
El embajador mexicano Francisco Quiroga se trasladó a Múnich al enterarse de la subasta, para entrevistarse con directivos de la firma de remates.
En una carta dirigida a la mencionada institución, en un tono firme y al mismo tiempo cuestionante, Quiroga manifestó que «con este tipo de acciones de comercialización, el patrimonio histórico y cultural de México es sacado de contexto, anula el valor de la cosmogonía de las civilizaciones que las elaboraron, e impide la socialización del conocimiento histórico que ellas aportan”.
Cuestionó también la posibilidad de que dichas piezas hayan llegado a Alemania bajo condiciones lícitas. Desde 1934 la legislación mexicana prohíbe la salida de bienes arqueológicos nacionales y, de no contar con un certificado de autenticidad y exportación, se trata de un objeto robado y sustraído ilegalmente de México.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) elaboró un dictamen de más de 30 páginas, que pudo leer la corresponsal, en el cual se analizó pieza por pieza y concluyó con un resultado por demás sorprendente: el 60 por ciento del precio inicial de la subasta se atribuye a objetos sin valor histórico.
La casa de subastas, por su parte, se abstuvo de emitir cualquier documento oficial sobre la autenticidad de las piezas.
Con el dictamen oficial del INAH se constata que muchas de esas piezas son falsas y a lo que alude la discusión pública es a generar elementos de conciencia histórica, moral y ética.
«El objetivo final y a largo plazo es la preservación de las piezas de valor histórico, que haya reglas para que se preserven y no sean intervenidas físicamente o sean expuestas o depositadas en espacios que no estén a la altura de su valor, lo mismo que se aplica a otras piezas de valor histórico en la arquitectura o la pintura por ejemplo», señaló el embajador Quiroga en su carta.
«Nuestro objetivo no necesariamente está enfocado al comercio, pues es algo que no podemos evitar, pero aquél que las adquiere, ha de tener en cuenta que esta acción puede ser un motivo de vergüenza si el origen es parte de un saqueo“.
Al no existir elementos legales que prohíban este tipo de comercio, se trata de crear al consumidor conciencia de lo que está adquiriendo y lo que esto significa para los mexicanos: “Hiere nuestra sensibilidad” concluyó.
Quiroga asumió oficialmente la representación diplomática en Alemania el primero de septiembre, al entregar sus cartas credenciales al presidente Frank-Walter Steinmeier.
La importancia que tienen para México las relaciones con el país europeo, considerado como la locomotora del continente, es fundamental.
La elección de Quiroga da testimonio de la estratégica relación. El embajador se desempeñó en Alemania en el sector privado en las ciudades de Hamburgo y Essen y antes fue subsecretario de Minería en la Secretaría de Economía.
Fuente: La Jornada.