El sindicalismo y su proceso histórico en el país

Hablamos del grupo de artesanos que se situaron en los primeros veinte años del siglo XX, a veces se analiza que el origen del sindicato estuvo en los gremios de artesanos—alfareros, sastres, zapateros, panaderos, etc,–que en esos tiempos poseían sus propios medios de producción, y que dio paso al mutualismo.

Por: Róger Hernán Gutiérrez*

Ya el capitalismo agrario se había introducido en el país y estaba formada una oligarquía terrateniente que ha ido languideciendo hasta nuestros días, después del despojo de las tierras, de los abusos y arbitrariedades en el uso del Estado para apropiarse de lo que no es suyo, los ejidos, de las tierras de la iglesia, los pueblos originarios. Las leyes ad hoc, hechas por el gobierno de los Meléndez Quiñonez de aquel entonces, pareciera que siempre una clase se ha creído dueña del país y ha abusado sistemáticamente de los intereses del pueblo.

La muerte del Presidente Manuel Enrique Araujo (1913), sólo detallaba lo recalcitrante de la clase oligárquica cafetalera, se fueron despojando a los artesanos de sus medios y volviéndolos asalariados del abusivo comerciante, eran quizás oportunidades para un giro en la economía totalmente agraria que duró hasta 1979 en su mejor desarrollo, alzas y bajas en los precios del café determinaron a lo largo de los años enormes crisis de empleo, de salarios bajos, desempleo que provocaban afectaciones de hambre y miseria para el pueblo.

A todo esto, la sindicación campesina por el lado de quienes sembraban y cosechaban el café, era difícil y se impedía a sangre y fuego por las familias de cafetaleros; luego los beneficios donde se procesaba el café, trabajadores agro industriales que fueron dando sentido al sindicato de industria, recordamos el SICAFÉ durante la guerra civil. Hubo momento luego del golpe de Martínez (1932) que claramente se proscribió hacer sindicatos—dictaduras represivas, crueles y genocidas—que nos caracterizan por una cultura dominante, del poderoso hacia el débil, de poco diálogo, de una lógica mediática que se encarga de alienar, de mediatizar las luchas sociales, donde ha sido destacada la actuación del Diario de Hoy, y de gobernantes serviles al capital.

Qué podemos mencionar en el actual régimen político, no sólo se trata de la continuidad de un gobernante más allá del período que la misma oligarquía ha definido—el pueblo como tal, los sindicatos nunca hemos participado del proceso jurídico de un país y siempre hemos sido la clase perdidosa, atrasada, llena de conflictos de unidad y progreso laboral, socio-económico.

El desarrollismo económico han sido fases que aparentaron progreso para la gente, pero eran nada más acciones que acallaran el grito de sublevación del orden establecido. La época de Osorio, con la creación del seguro social, la constitución de 1950, de nuevo leyes mínimas a favor de la organización de los trabajadores (as), pequeños retoques insuficientes para un desarrollo pleno del sindicalismo en el país—se generaron los sindicatos de industria y de empresa, se potencia el comercio, la exportación, se instala el mercado común centroamericano.

Pero el capitalismo no concilia, el dominante quiere más, es el pecado original y empiezan a generarse conflictos, se da la guerra de las 100 horas con Honduras, el mercado capitalista creado se descontrola, sólo unos acumulan en detrimento de las otras clases poderosas—eso se traduce en problemas en las relaciones exteriores de los países de la región, intervenciones de los organismos de naciones unidas para resolver los litigios, insumos para montar los conflictos sociales vividos. Los cuales mediatizan la lucha de los pueblos por su liberación, se exacerban las pasiones, surge el liderazgo social que retoma la lucha víctima de la represión, persecución y muerte del régimen de turno. Acabamos de conmemorar la masacre de FENASTRAS, y sólo se recuerda con una actividad de calle, sin poner las razones frías y objetivas que son sucesos históricos que jamás deben volver a repetirse, de lo que se trata es de avanzar civilizadamente a una nueva fase. No obstante, eso jamás llega, es siempre el cierre de algo para darle apertura a lo mismo, la misma mona con distinta cola.

El sindicalismo se pierde en todos esos vaivenes de la traición, deslealtad y la lucha objetiva por la liberación definitiva, hoy tenemos el sindicalismo de personas trabajadoras independientes, pero no son los gremios de artesanos, no, son el resultado del despojo del trabajo, del empleo, de los derechos laborales y sociales, del deterioro en la economía familiar, de la desregulación y flexibilidad laboral, de la falta de la participación política y, entonces ¿cuál es la tarea estimados y estimadas sindicalistas?

*Sindicalista salvadoreño

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