El uso legal del criptoactivo ha implicado más gastos para el Estado que enfrenta problemas de liquidez.
El uso del bitcóin como moneda de curso legal en El Salvador cumple dos meses, período marcado por las polémicas que arrastró desde un inicio, la baja aceptación entre el comercio informal y las «ganancias» dejadas al Gobierno por una racha alcista en el precio del criptoactivo.
El Salvador fue el primer país del mundo en adoptar al bitcóin y, a pesar los problemas financiaros que posee para cubrir su propio presupuesto anual, destinó más de 200 millones de dólares para su implementación.
En estos dos meses además surgieron cientos de denuncias de suplantación de identidad en la billetera gubernamental, la Chivo Wallet, para cobrar un bono de 30 dólares, y se declaró secreta toda la información relacionada con las operaciones de compra de bitcóin con recursos públicos.
Miles de salvadoreños han protestado contra el Gobierno de Nayib Bukele y la iniciativa, que se ha convertido en una de las principales apuestas económicas del Ejecutivo.
Continuaron los llamados a reformar la Ley Bitcóin para que su utilización sea opcional y no obligatoria.
RECHAZO Y PROBLEMAS DE OPERATIVIDAD
El economista y expresidente del Banco Central de Reserva (BCR) óscar Cabrera señaló a Efe que «la población continúa rechazando el uso del bitcóin como moneda de curso legal, lo que es confirmado por varias encuestas que se han publicado últimamente».
Indicó que la población de bajos ingresos descargó la billetera gubernamental «solo para utilizar los 30 dólares para comprar bienes y servicios» y «no para adentrarse al mundo del bitcóin, invertir y ver qué sucede porque sus condiciones económicas no lo permiten».
«Lo que estoy viendo es que el dólar siempre se va a considerar como moneda de curso legal por parte de los hogares y la microempresa salvadoreña» y el esperado uso masivo «no ha resultado», apuntó.
Cabrera sostuvo que durante estos dos meses también se han visto «graves problemas de operatividad en la billetera, lo que ha originado robo o suplantación de identidades»:
«Yo creo que muchos analistas preveíamos que la pobre alfabetización financiera de la población salvadoreña y la insuficiencia en los derechos del consumidor aumentaría los riesgos operativos y cibernéticos en los hogares y en las microempresas que usarán la Chivo Wallet y el tiempo nos ha dado la razón», acotó.
Para el director de la organización Acción Ciudadana, Eduardo Escobar, «una de las principales deficiencias de la adopción del bitcóin es la falta de transparencia en todo el proceso».
«Todo lo que tiene que ver con la implementación del bitcóin ha sido oscuro, opaco», dijo a Efe.
El estatal Banco de Desarrollo de El Salvador (Bandesal), que maneja 150 millones del fondo bitcóin, se negó a revelar la información sobre las operaciones realizadas en bitcóin y amparó su decisión al secreto bancario.
VENTAJA TRUNCADA Y NUEVAS CRIPTOMONEDAS
Tras la adopción del bitcóin, en el país se multiplicaron los grupos en redes sociales que promovían su uso y la especulación mediante el «scalping».
La Chivo Wallet, a diferencia de otras billeteras electrónicas, mantenía congelado el precio durante un minuto y esto le permitía a los usuarios tener una ventaja para lograr ganancias mediante la compra y venta del bitcóin.
«Hacerlo con tasa congelada, comparándola con exchanges en tiempo real es un tipo de fraude», publicó la empresa Chivo en Twitter tras eliminar la opción de mantener el precio congelado.
Esta decisión generó diversas críticas entre sus usuarios, que comenzaron a valorar la opción de usar otras billeteras y también se han aventurado a comerciar con otras criptomonedas, principalmente «shiba inu».
Esta criptomoneda ha experimentado alzas pronunciadas de su precio, pero se encuentra entre las más volátiles.
LAS SUPUESTAS GANANCIAS
El presidente Bukele anunció recientemente la construcción de un hospital veterinario con las «ganancias» obtenidas por la compra de 1.120 bitcoines.
De acuerdo con la Presidencia, el alza del valor de la criptomoneda generó una ganancia de 4 millones de dólares de lo invertido por el Gobierno en la compra de unos 1,120 bitcoines desde inicios de septiembre.
Un análisis de la académica revista Disruptiva indica que El Salvador habría invertido 59,72 millones de dólares en la compra de bitcóin y estas se habrían revalorizado, al menos hasta el 28 de octubre, en 9,23 millones.
Para el economista Cabrera «si esto fuera así» – las ganancias obtenidas- «significa que los bitcoines son propiedad del Gobierno y no propiedad de las personas que están utilizando la billetera».
«Esto va en contra del espíritu de este mundo de los criptoactivos donde el carácter descentralizado implica que la persona que tiene su billetera tiene la clave de sus bitcoines», dijo.
Agregó que también «genera más dudas y sobre todo parece ser que al interior de la billetera se manejan fichas y no realmente bitcoines».
LA IMAGEN DE BUKELE SE DESGASTA
De acuerdo con una clasificación de la casa encuestadora Mitofsky compartida en Twitter, el presidente Bukele encabeza la lista de los mandatarios mejor evaluados de América con el 71 % de aprobación hasta octubre.
Sin embargo, este dato refleja una caída en su popularidad de 13 puntos porcentuales frente al dato de marzo, cuando la aprobación de Bukele era del 84 %, sin que la empresa haya detallado las razones de esta caída.
Para Eduardo Escobar, la constante promoción del tema del bitcóin en las redes del presidente Bukele puede «ser una parte de una estrategia para desviar la atención pública de otros problemas que golpean a la ciudadanía y en esa medida tenerlos distraídos».
A juicio de Escobar, se estaría tratando de «desviar la atención de los desaparecidos, el déficit fiscal y todo ese tipo de cosas que afectan su imagen (la de Bukele)».
Fuente: El Economista.