Solemos pensar que los cítricos como la naranja, el limón o la mandarina son las principales fuentes de vitamina C. Pero hay más, ya que otros alimentos pueden ayudar a combatir el déficit de este nutriente. Y algunos de ellos lo contienen incluso en mayores cantidades.
La papaya, por ejemplo, proporciona 10 miligramos más que la naranja, es decir, 60 miligramos de ácido ascórbico por 100 gramos.
La albahaca contiene 61 miligramos por 100 gramos, por lo cual es una buena idea agregarla a tus ensaladas.
Las fresas, a su vez, ofrecen 70 miligramos de ácido ascórbico por 100 gramos de alimento, lo que tampoco está mal.
Las coles de Bruselas reúnen unos 85 miligramos de vitamina C.
La uva cuenta con 90 miligramos por 100 gramos.
El bulbo de hinojo presenta 93 miligramos de ácido ascórbico, por lo tanto es otra buena opción para las ensaladas.
El kiwi aporta 100 miligramos de ácido ascórbico, por lo cual puedes optar por el zumo de esta fruta para tu desayuno en lugar del de naranja.
El brócoli tiene 110 miligramos si se consume crudo. Puedes añadirlo a sopas frías y ensaladas.
El perejil, otro buen acompañante de ensaladas, proporciona 133 miligramos de ácido ascórbico por 100 gramos.
El pimiento rojo nos regala 139 miligramos de ácido ascórbico por cada 100 gramos en su estado crudo. No te olvides de que el calor mata buena parte de la vitamina C.
Consejos para recibir más vitamina C de manera eficiente