Para visualizar el rumbo de las futuras relaciones con la República Popular China, es importante tener claro que éstas no parten de cero en tanto desde el 2010 se realizan eventos de acercamiento para la apertura de intercambios comerciales entre empresas chinas y salvadoreñas, de hecho, en julio del 2017 con el auspicio del Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (PROESA), en coordinación con el Consejo Chino para el Fomento del Comercio Internacional (CCPIT), se realizó en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones, CIFCO, la cuarta Edición de la Exposición Comercial de China.
Además, sin necesidad de relaciones diplomáticas, el flujo de bienes entre China y El Salvador, se ha fortalecido en los últimos dos años en tanto, según reporte del Banco Central de Reserva, la exportación de productos salvadoreños a China; del 2017 a lo que va del 2018, pasó de 3.3 millones de dólares a 81.4, lo cual ubica a China, como el sexto socio comercial de El Salvador a los que exporta, después de Estados Unidos y los países de Centroamérica.
En cuanto a importaciones la gran potencia asiática es el segundo país al que más le compra El Salvador, computadoras, equipo periférico, equipo de comunicación, equipo electrónico de consumo, y otros componentes electrónicos.
Este es un escenario conocido por la población que al ser consultada la agencia de investigación digital Analystic, encontró que más del 70 por ciento considera que la decisión del Presidente Sánchez Cerén, será beneficiosa para el país.
Para dar seguimiento a esta histórica decisión del segundo gobierno del FMLN, su Secretario General y primer Designado a la Presidencia ha dado a conocer que tres mesas comenzarán a funcionar a fin de normalizar los diversos ámbitos de trabajo: Una mesa resolverá la continuidad de los proyectos y programas que apoyaba Taiwán y que serán asumidos totalmente por la República Popular China; una segunda mesa dará seguimiento a los convenios de comercio e inversión y para la apertura de las respectivas embajadas se instalará una tercera mesa.
Hay que aclarar que la ruptura de relaciones diplomáticas con Taiwán no obliga a una ruptura de relaciones comerciales, académicas y de otra índole legal con sectores similares entre salvadoreños y taiwaneses; no obstante si la ruptura se da, la apertura de la República Popular China para asumir el compromiso es total y en este sentido las perspectivas de desarrollo y progreso establecidas son muy positivas.