El Ministerio de Relaciones Exteriores de China anunció una serie de medidas diplomáticas dirigidas a Estados Unidos, en respuesta a la polémica visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de ese país, Nancy Pelosi.
Se trata de ocho cancelaciones y suspensiones de diferentes tratados de cooperación y conversaciones bilaterales sobre distintos temas de interés global. Entre las medidas dispuestas por la Cancillería china se destaca la cancelación de las conversaciones de Comandantes de Teatro China-EEUU; las de Coordinación de Política de Defensa China-EEUU; y de las reuniones del Acuerdo Consultivo Marítimo Militar China-EEUU. Asimismo, se anunció en forma oficial la suspensión de la cooperación en materia de repatriación de inmigrantes ilegales; la asistencia legal en asuntos criminales; contra crímenes transnacionales; y en la lucha contra los narcóticos.
Por último, el Ministerio de Relaciones Exteriores también informó sobre la suspensión de las conversaciones entre ambos países sobre el cambio climático. El gobierno chino había declarado que la visita, Pelosi «interfirió seriamente en los asuntos internos de China y socavó seriamente su soberanía e integridad territorial», por lo que impondráia sanciones «contra la legisladora y su familia inmediata».
El gigante asiático, que ve la isla como propia, impuso sanciones contra varios funcionarios estadounidenses en los últimos años por haber actuado, en su opinión, contra sus intereses y haberse pronunciado sobre los derechos humanos en lo relacionado con Hong Kong y la región de Xinjiang (noroeste). En marzo, Beijing aplicó restricciones de visado a una lista no publicada de funcionarios estadounidenses a los que acusó de «inventar mentiras sobre cuestiones de derechos humanos que involucran a China».
Pelosi calificó este viernes de «ridículo» que su visita a Taiwán pueda perjudicar a la isla y aseguró que el objetivo de su gira asiática no es cambiar el «statu quo», sino mantenerlo.
En una conferencia de prensa en la embajada de Estados Unidos en Japón, última parada de su viaje por Asia, la legisladora indicó que la intención del viaje fue siempre «mostrar respeto» a los países visitados y «tener paz en el estrecho de Taiwán».
China, que considera a Taiwán como parte de su territorio, comenzó el jueves, como respuesta a la visita de Pelosi, los ejercicios militares más importantes en décadas alrededor de la isla, que concluirán el domingo. La Casa Blanca convocó al embajador de China en Washington para condenar lo que calificó como comportamiento «irresponsable» de Beijing en relación a Taiwán. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo que el embajador Qin Gang fue convocado por el ruido de sables militares y la actitud «provocadora» de China.
«Condenamos las acciones militares de la República Popular China, que son irresponsables, contrarias a nuestro objetivo de hace tiempo de mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán», dijo Kirby.