Dos formas aprobadas por la ciencia que pueden ayudar a ser más feliz en el día a día.
Por: Mar Aguilar*
Felicidad. El diccionario de la Real Academia Española la define como “estado de grata satisfacción espiritual y física” y como la “ausencia de inconvenientes o tropiezos”.
Si le preguntas a chatGPT te dirá que “es un estado emocional subjetivo de bienestar y satisfacción, que se experimenta cuando se alcanzan objetivos y se satisfacen necesidades y deseos.
Es una sensación de plenitud y alegría, que puede ser el resultado de diferentes factores como la realización personal, la relación con otras personas, la salud, el éxito en el trabajo, entre otros”.
Para cada persona la felicidad puede tener un significado diferente. Pero ¿qué nos dice la ciencia? Para Harvard, la felicidad la dan las relaciones sociales positivas y profundas, tal y como se desprende de El estudio de desarrollo de adultos de Harvard.
El estudio lleva desde 1938 monitorizando las vidas de unas 700 personas, tomando nota de sus alegrías, de los obstáculos a los que han tenido que enfrentarse, su estado físico, mental y emocional.
El ser humano lleva buscando la felicidad desde la antigüedad. No han sido pocos los pensadores y los filósofos que a lo largo de la historia han reflexionado sobre esta cuestión. Los humanos queremos ser felices ahora, lo quisimos ser en el pasado y casi seguro que tendremos esta inquietud en el futuro. Pero ¿se puede entrenar la felicidad?
No hay una receta mágica para ser feliz, pero sí ciertas habilidades y hábitos que si seguimos a diario podrían ser de ayuda.
Precisamente estas habilidades son las que tratan de enseñar quienes imparten los conocidos como cursos de formación sobre la felicidad.
En el estudio Will Happiness-Trainings Make Us Happier? A Research Synthesis Using an Online Findings-Archive de 2020 publicado en Frontiers in Psychology, los investigadores concluyeron que participar en un curso de formación sobre la felicidad solía ir acompañado de un aumento de esta.
Los tipos de cursos en los que más se notó el efecto fue en aquellos que se centraban en múltiples habilidades mentales y/o técnicas de concienciación sobre la felicidad.
Las personas que más se beneficiaron de ellos fueron las que se apuntaron voluntariamente con el objetivo de alcanzar la mayor felicidad posible.
Los investigadores ven buena idea que las empresas que desean aumentar su productividad ofrezcan este tipo de cursos a sus empleados ya que si estos están contentos, es posible que sean más productivos.
Pero no solo a través de cursos que enseñan habilidades para ser más feliz se puede entrenar la felicidad. Hacer deporte podría ser también otra ayuda a tener en cuenta si buscamos subir nuestro nivel de felicidad.
En el estudio The Relationships between Physical Activity and Life Satisfaction and Happiness among Young, Middle-Aged, and Older Adults de 2020 los investigadores vieron que una mayor actividad física se relacionaba de manera significativa con una mayor satisfacción vital y felicidad en adultos jóvenes, personas de mediana edad y mayores.
¿Se es más feliz practicando una actividad de alta intensidad o de intensidad moderada? Los resultados que se obtuvieron apuntaban a que más que la actividad física concreta, lo que de verdad importaba era la cantidad.
Además, se observó una relación curvilínea positiva entre la edad y la satisfacción vital y la felicidad, en la que la satisfacción vital y la felicidad aumentaban con la edad.
Esto es algo que se ha visto también en el famoso Estudio de Harvard en el que se afirma que a partir de los 60 años las personas somos más felices. En este caso, los investigadores creen que se debe a que a esta edad “tenemos el sentido de los límites de la vida y de que la muerte es algo real y eso nos hace más felices, porque cambiamos nuestras vidas. Nos quitamos obligaciones de encima, amistades que no nos hacen felices o reuniones que no nos gustan”, apuntan.
Fuente: Muy Interesante