El refrán que dice: cuando el rio suena…, piedras lleva, indica la relación, de lo que se ve, con lo que no se ve; y es aplicable, a la detención de Juan Pablo Duran, para indicar el desgrane o insostenibilidad, del presente Gobierno, con su nueva política internacional.
Por: Fernán Camilo Álvarez Consuegra
La detención de Juan Pablo Duran, expresidente de BANDESAL (Banco de Desarrollo de El Salvador) por actos de corrupción, parece indicar, como se afirma desde el exterior, un intento de cubrir la corrupción interna y, ocultar por medio del Bitcoin, el lavado de dinero.
Hay que resaltar, que la participación de Juan Pablo Duran en el Gobierno, viene desde la administración de Mauricio Funes, ya señalado por corrupción. La participación de BANDESAL durante la pandemia, fue como banco de segundo piso, o sea como un intermediador, que no opera directamente con el público, sino por medio de la banca comercial, con la misión de estimular el desarrollo, mediante créditos dirigidos. Así pudo manejar todo el dinero, relacionado con la pandemia y el Bitcoin.
Es de notar, que todo gasto durante la pandemia o, las obras públicas de este período, ha sido declaradas, “bajo reserva”, durante 7 años, al igual que la inversión de Bitcoin. Por esto hay dudas sobre el destino de dichos fondos y, de los objetivos reales del Bitcoin, que ya no se utiliza, en operaciones de menudeo, por ser impráctico, debido a su volatilidad y rechazo popular.
Según publicación del 15/julio/2023, de Josh Adams, basada en documentos de “SmartSearch”, se revela que el 28% de las empresas de criptomonedas, han reportado operaciones sospechosas y, el 41% del total de las operaciones, son de lavado de activos, preferentemente, utilizando actividades de la pequeña empresa, tal como pretendía el Bitcoin en El Salvador.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publica el documento “LAVADO DE ACTIVOS Y FINANCIACION DEL TERRORISMO-MANUAL PARA AUDITORES E INSPECTORES FISCALES”, que hace relación del lavado de activos y criptomonedas, con la financiación del terrorismo. También publica el diario La Prensa Gráfica, el 3/3/2022 el siguiente artículo “EUA: Uso de Bitcoin facilita lavado de dinero en El Salvador”. En relación con dicha amenaza.
Todo parece indicar, que estas advertencias, ya se han materializado en el país y, que hay un intento, por parte del Gobierno, de ocultarlas. También en fuentes extranjeras, se ha dicho que la captura de Alejandro Muychondt, fue por haber informado de la corrupción en la pandemia y el uso del Bitcoin. Por lo que la captura de Juan Pablo Duran, parecería estar relacionada con esta afirmación, pues su captura se dio cuando él pretendió salir del país.
En medida que se están generando estos cuestionamientos, por Gobiernos democráticos. El Salvador, se relaciona con países dictatoriales, que no cuestionan nuestro autoritarismo. La apertura de relaciones diplomáticas con Ruanda y Guinea Ecuatorial, así lo demuestran y, representan un nuevo perfil, en la actual guerra fría, en la que cada vez más, se definen dos bloques hegemónicos: el dictatorial y el democrático.
Por hoy, para encubrir la apariencia democrática, se disimula la corrupción, negando la información y encarcelando a quienes pueden implicarlos. El haber sido parte, del mismo círculo, sus detenciones, indican un deterioro o debilitamiento del Gobierno, porque cada vez más, tendrá que sacrificar a allegados; quienes, por ahora, son de su círculo cercano, pero no íntimo.
El régimen autocrático salvadoreño, va en carrera, para lograr su consolidación interna y, tiene en contra, el deterioro de su círculo de poder y ve, en la nueva guerra fría, un bloque al cual acogerse, aunque vaya en contra de los intereses nacionales.