Las personas casadas tienen más posibilidades de adoptar o mantener conductas de salud positivas.
U n estudio de Canadá, realizado a más siete mil personas de ambos sexos, reveló un envejecimiento más óptimo en los hombres casados con respecto a los solteros, tras un seguimiento de tres años.
Por el contrario, los resultados de las mujeres en matrimonio no diferían de manera significativa en relación a quienes nunca contrajeron nupcias, según un comunicado publicado por la Universidad de Toronto.
El seguimiento partió de una encuesta integral detallada como parte del Estudio Longitudinal Nacional sobre Envejecimiento.
“Las personas casadas se alienten mutuamente a adoptar o mantener conductas de salud positivas, como hacer ejercicio regularmente», comentó el profesor David Burnes, del centro educativo.
Otro factor muy importante fue además la conexión social. Quien tenían contacto regular con familiares, amigos y vecinos presentaron probabilidades de vivir de manera más óptima en comparación con aquellos socialmente aislados.
Para los investigadores, el “desarrollo óptimo” es la ausencia de cualquier condición física, cognitiva, mental o emocional grave.