Por: MIGUEL BLANDINO.
La Federación Nacional Sindical de Trabajadores Salvadoreños (FENASTRAS) sufrió un atentado en 1989. El 31 de octubre murieron los sindicalistas y una jovencita inocente que siempre acompañaba a su mamá al salir de la escuela y la ayudaba a servir la comida y limpiar las mesas del comedor popular.
Dirigentes de la clase trabajadora fueron masacrados en plena guerra civil; entre las víctimas la más recordada es Febe Elizabeth Velásquez, una joven madre que desde la niñez fue obrera para ayudar a su familia con los gastos de la casa. Pero todos y todas aquellas víctimas del terrorismo de Estado viven en la lucha del pueblo contra el opresor.
En memoria de aquel puñado de representantes de la clase trabajadora masacrados, el 31 de octubre, en El Salvador, conmemoramos el Día del Sindicalista.
Hoy hubo marchas para recordar a los caídos en la lucha y para reivindicar las causas justas de la lucha de clases.
¡Por esos muertos, nuestros muertos: juramos vencer!