Según un comunicado del Movimiento para la Defensa de los Derechos de la Clase Trabajadora (MDCT), el plan presentado a la Asamblea Legislativa por el ministro de Hacienda, Jerson Posada, atenta contra las conquistas de los obreros y la vida de las familias pobres.
El documento de 10 puntos denunció el despido de 107 trabajadores luego de su participación en la llamada “Marcha Blanca” realizada en octubre y demandó su reinstalación en sus puestos de labor.
A la vez, solicitó la Fiscalía General de la República la apertura de una investigación para determinar posibles delitos con esa acción.
Los manifestantes demandaron el incremento de los presupuestos de salud y educación, y la construcción de más hospitales que aseguren la atención sanitaria gratuita para toda la población.
Asimismo fueron expuestas otras demandas para mejorar el sector agropecuario, la protección del medio ambiente, el cumplimiento del derecho humano al agua.
Además pidieron que sea recortado el presupuesto de la Fuerza Armada y el de la propaganda gubernamental.
Entre los asistentes a la marcha se destacó la presencia de madres e hijos que pedían la liberación de familiares presuntamente inocentes detenidos bajo el régimen d excepción vigente hace más de 32 meses para combatir a las pandillas.
Uno de los asistentes, José, quien pidió el anonimato, dijo que lo despidieron de su trabajo en salud pública sin explicarle las razones y pidió su reincorporación, al igual que la de otros trabajadores cesados en varios ministerios.
El pueblo salvadoreño se expresa en las calles manifestando su descontento por la forma en que se llevan las cosas en El Salvador, donde aumenta la pobreza, y se propone un presupuesto que sacrifica lo social, que significa hambre y menos empleos, expresó Walter Raudales, del Movimiento de Izquierda Salvadoreña.
Estamos tratando de decirle al gobierno que va por mal camino y que escuche al pueblo, afirmó. “Que rectifique esa política de gobernar solo para las élites económicas de este país y olvidar a los pobres”, subrayó.
