El solsticio de invierno del 2017 se producirá este jueves, momento en el que el sol esté sobre el trópico de Capricornio. La estación finalizará el 20 de marzo del 2018 con el inicio de la primavera, por lo que durará 88 días y 23 horas, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional, IGN).
¿Qué significa solsticio?
Como sucede con muchos de los conceptos meteorológicos y astronómicos, debemos acudir al latín. Solsticio tiene su raíz en la palabra solstitium, que significa sol quieto. En el caso del invierno, corresponde al día en el que sol alcanza menor altura. En verano sucede todo lo contrario. Este comportamiento es inverso en ambos hemisferios, de manera que el planeta, a lo largo del año, disfruta de dos solsticios de verano, y dos solsticios de invierno.
¿Por qué cada año sucede a una hora distinta?
En la escuela nos enseñaron que la tierra tarda un año en dar una vuelta al sol. Pues bien: es mentira. O no es del todo exacto. Tarda 365 días y algo más de seis horas. Por eso el solsticio nunca llega a la misma hora. Los años bisiestos vinieron a compensar algo esta desviación, pero ni así se consigue clavar el momento exacto.
¿Cuántas horas de luz tendremos?
Según recuerda el observatorio, el día del solsticio de invierno corresponde al de menos horas de luz del año. Alrededor de esta fecha se encuentran el día en que el Sol sale más tarde y aquel en que se pone más pronto. En Madrid, por ejemplo, el 21 de diciembre tendrá nueve horas y 17 minutos de luz, cuando el día más largo de este año, que es el 21 de junio, tuvo 15 horas y tres minutos de luz.
Un hecho circunstancial no relacionado con el inicio de las estaciones se da también en esta época: el día del perihelio, es decir, el día en que el Sol y la Tierra están más cercanos entre sí. Es esta mayor proximidad al Sol, tal y como indica el IGN, la causa de que la Tierra se mueva más rápidamente a lo largo de su órbita elíptica durante el invierno (según la conocida como segunda ley de Kepler). Es por ello que esta estación sea la de menor duración. En esta ocasión, el máximo acercamiento se dará el próximo día 3 de enero del 2018, siendo la distancia de algo más de 147 millones de kilómetros, unos cinco millones de kilómetros menos que en el momento de afelio o de mayor distancia (6 de julio de 2018).
¿Qué tiempo nos espera?
El invierno será, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), probablemente más cálido de lo normal, tras un otoño que ha sido el más seco del presente siglo y el tercer desde 1965. Los 11 primeros meses del 2017 han sido los más cálidos en España en los últimos 52 años, con una temperatura media de 17 grados. Ana Casals, portavoz de este organismo, ha vaticinado que este será el año más cálido en nuestro país desde que existen registros. A pesar de que venimos de tiempos secos, la Aemet estima que los tres primeros meses del 2018 “podrían ser algo más lluviosos de lo habitual”, sobre todo en el tercio oeste, mientras que marzo tendrá “un tinte más seco”.
¿Qué fenómenos astronómicos depara el invierno?
Durante el invierno, el cielo matutino estará dominado por Marte, Júpiter y Saturno, y el vespertino por Urano, al que se unirá Venus a mediados de febrero. En la noche del 31 de enero habrá un eclipse total de Luna que será visible en Asia, Australia, el Pacífico y Norteamérica, pero no en España. Tampoco aquí se podrá apreciar el eclipse parcial de Sol que tendrá lugar el 15 de febrero, que sí será visible en la Antártida, Argentina y Chile.
La primera luna llena del invierno se dará el 2 de enero del 2018. Las otras se registrarán el 31 de enero y el 2 de marzo de 2018. El invierno también dejará lluvias de meteoros. La primera de esta estación y, por tanto, del año, será la de las Cuadrántidas, cuyo máximo pico de actividad se da hacia el 3 de enero, y se podrá ver sin necesidad de telescopios.
¿Nos afecta el invierno de alguna manera?
Sí afecta, sí… Las personas sensibles a los cambios de temperatura serán propensas a sufrir más dolores de cabeza. La hipótesis, según algunos estudios, los cambios circulatorios en los vasos sanguíneos. El invierno también se asocia con la depresión, con el denominado trastorno afectivo estacional. Se explica por varias razones: la ausencia de luz solar. Puede causar ausencia de apetito, fatiga, somnolencia, irritabilidad o pérdida del deseo sexual. Lo bueno del invierno, sin embargo, es que después llega la primavera.
(Tomado de El Periódico)