A menos de 40 días para que se realicen las elecciones legislativas y municipales del 4 de marzo, preocupa la injerencia de los 4 magistrados de la Sala de lo Constitucional, en atribuciones que le corresponden de forma explícita al Tribunal Supremo Electoral y lo más preocupante es que, abusando de la naturaleza de obligatorio cumplimiento que tienen sus resoluciones, la Sala deje sin efecto decisiones que competen al Tribunal Supremo Electoral, dejando como letra muerta su calidad de máxima autoridad en materia electoral que la Constitución le otorga a dicho Tribunal.
Con este tipo de injerencia, los 4 abogados de la Sala, están afectando algunos procesos como la impresión de las papeletas de votación y ponen en riesgo el normal desarrollo del proceso electoral, el cual ha sido trastocado por decisiones de los mismos miembros de la Sala, quienes con una visión que busca quitarle protagonismo a los principales actores de todo proceso electoral, como lo son los partidos políticos, volvieron compleja la integración de los organismos temporales que deben administrar la recepción de papeletas, el conteo de los votos y la elaboración de las actas.
En su tendencia de quitarle protagonismo a los partidos políticos, los cuatro magistrados, violentando el artículo 85 de la Constitución, dieron a luz las candidaturas no partidarias, criatura que nació muerta y que ahora para el actual proceso electoral, pretenden revivir ordenando la inscripción de varios solicitantes que no han cumplido de forma completa con los requisitos establecidos; muestran irregularidades en la documentación presentada; con el agravante que uno de ellos al momento de solicitar su inscripción pertenecía al partido GANA y aunque haya renunciado, su vínculo material y formal pone en riesgo la supuesta ciudadanización por la que los 4 magistrados de la Sala se rasgan las vestiduras.
Existe una opinión generalizada de que los 4 magistrados de la Sala, con su injerencia, además de romper el balance político que tenía el Tribunal, con la suspensión del Magistrado Ulises Rivas, modificaron su correlación interna a favor de la derecha y que con varias de sus resoluciones, según opinión del Dr. Héctor Dada Hirezi, veterano luchador y forjador de la democracia en El Salvador, la Sala volvió muy complejo el sistema electoral salvadoreño “hasta un nivel inimaginable”.