Antecedentes históricos:
1) Durante años existió una negatoria sistemática y dolosa de la representación sindical para una participación plena y democrática en las instancias tripartitas por parte de las autoridades de trabajo en confabulación con el sector empresarial.
2) La representación laboral en las instancias tripartitas antes del 2016, era cuestionada de antiética y corrupta, por las prácticas ilegales e ilegítimas avaladas por los gobiernos de turno.
3) La empresa privada representada en ANEP ha dispuesto a su conveniencia de esos espacios tripartitos, con la complicidad y contubernio con los gobiernos y el concurso deshonesto, vendible y sobornable de dirigentes sindicales que han evadido la defensa de los intereses laborales y actuado al servicio de los intereses empresariales.
Actualmente: Hoy en estas instancias tripartitas, se construye debate y hay más apertura a trabajar cada sector por sus intereses. Esto no ha gustado a quienes se ven desplazados por su falta de fuerza social representativa y por la testarudez, obcecación, obstinación e intereses ideológicos.
Por ello el proceso de estudio de un nuevo incremento al salario mínimo está siendo cuestionado por esos sectores que se oponen sistemáticamente a una mejoría sustancial en las personas trabajadoras y sus familias.
Posicionamiento:
1) Avalamos los cambios graduales en las instancias tripartitas, resultado de elecciones más amplias, transparentes y consecuentes con los intereses que se debaten en cada espacio tripartito para el caso; la salud (ISSS), la vivienda (FSV); la formación profesional (INSAFORP); el salario mínimo (CNSM); la previsión social (AFP) que ha mantenido sin participación alguna a la representación laboral; la institucionalización del diálogo y la concertación económico-social (CST).
2) Con respecto al salario mínimo es un tema de suma importancia económico-social, y debe haber un diálogo entre los diferentes sectores que lleve a mayor justicia social.
3) Las declaraciones de sectores como ANEP y partidos políticos, pretendiendo deslegitimar las acciones de mejorar el salario mínimo y construir diálogo económico social, no tienen validez, por cuanto el pasado aumento (Enero 2017) ha mejorado aspectos económicos a empresarios y de manera importante la vida de la persona trabajadora.
4) Damos como movimiento sindical el respaldo a toda esa representación laboral que toma en cuenta los intereses colectivos y lucha día a día por llevar mayores niveles de decencia económica y dignificación social a toda la clase trabajadora.
Denunciamos:
1) Las actitudes mezquinas, sectarias y los ataques viscerales de grupos económicos, políticos, partidarios y sindicales, que pretenden deslegitimar y anular la elección y actuación de los representantes sindicales en las instancias tripartitas como el Consejo Nacional del Salario Mínimo y Consejo Superior de Trabajo, vía recursos judiciales ante la Sala de lo Constitucional.
2) A la Sala de lo Constitucional, que no debe prestarse al juego político, dando resoluciones que no llevan justicia social, haciendo un mal uso de sus potestades, incumpliendo la ley o lesionando los derechos de las personas trabajadoras.
En consecuencia:
Como Sector Laboral observamos los procesos laborales en este campo de hacer que exista un tripartismo horizontal en el país, que evidencie los debates sectoriales en tales espacios de forma transparente, informado y con la visión de desarrollo humano. De manera que sostenemos firmemente que hemos elegido legalmente a nuestros representantes ante el Consejo Nacional del Salario Mínimo, y Consejo Superior del Trabajo. Esperamos continúen trabajando todo su período y actuando con ética; igualmente denunciamos la injerencia de la ANEP y sectores políticos quienes pretenden acallar las voces por mayor justicia social, diálogo social tripartito y concertación económico-social. Así como lograr que el potencial acto resolutivo de la Sala de lo Constitucional no caiga en el prevaricato.
*Sindicalista salvadoreño
