Después de ser creado mediante decreto en 1961, el Centro Nacional de Artes (CENAR) cobró vida en 1968, cuando el entonces ministro de Educación, Walter Béneke, tuvo la visión e hizo una reforma educativa en el programa de Educación Media, creando los bachilleratos diversificados (Pesca, Turismo y Artes).
Fue entonces cuando en el CENAR se creó el Bachillerato en Artes (con las especialidades de Música, Teatro y Artes Visuales), con todo el pénsum de las materias técnicas (Estética, Topografía, Pedagogía, Didáctica, Sicología del Aprendizaje, Evaluación Escolar y Práctica Docente) y las comunes (Matemática, Naturales, Idioma, Sociales), con la potestad de ejercer la docencia educativa en las artes, ya que su título de bachiller era suficiente para tener derecho al escalafón en la docencia en las ramas del arte. Por eso lo incluyeron en la Ley de la Carrera Docente.
En noviembre de 1968, iniciaron las entrevistas para el examen de admisión y en diciembre del mismo año se publicaron los listados de los primeros alumnos, quienes pasaron el examen para dar entrada a las nuevas generaciones de bachilleres en Artes. El proceso de matrícula de la primera promoción inició en enero de 1969 y las clases comenzaron en el mes de febrero del mismo año, culminando la primera promoción en noviembre de 1971, que recibió los títulos en enero de 1972, en un acto celebrado en el auditorio de CAESS.
Tras mantenerse errante, la institución educativa logró instalaciones propias hasta 1990, cuando recibió en comodato por 50 años el terreno en la colonia San Mateo, el cual ocupa hasta la actualidad. Fue construido con fondos del BID (US$22,000,000) y el FISDL se encargó de amueblar al centro educativo que fue inaugurado en 1992.
Las clases en el local propio del CENAR arrancaron hasta 1993, año desde el cual se mantiene como el máximo centro de formación en música, teatro y artes visuales del país.
Formando desde las edades tempranas tenemos 5 décadas en que nuestros artistas han salido para sumar al desarrollo de la educación en nuestra población, lo cual dota a la entidad de la experiencia necesaria para afirmar que el CENAR forma artistas íntegros y de calidad para desarrollar la cultura de nuestra nación en el interior y exterior.