Ante el inicio del proceso democrático que le da vida a una contienda interna dentro del único partido de izquierda en nuestro país, en la búsqueda del mejor candidato que los representará en las elecciones presidenciales del próximo año. Los militantes inscritos que participarán de este proceso, deberán tener bien clara la razón de ser de este instituto político, principalmente, porque es el único partido que tiene un propósito de lucha histórica; donde hace más de 37 años, sectores sociales del pueblo se unificaron para entablar una lucha unida organizada, para combatir las injusticias y las opresiones cometidas en contra de las mayorías, que en la actualidad sigue siendo la población en desventaja.
Después de los acuerdos de paz; esta organización que surge de una legítima lucha social, establece un nuevo propósito bajo el concepto de lucha política, que tiene como fundamento en la actualidad, el acceder a los gobiernos por la vía electoral, para cambiar la complicada realidad existencial del pueblo y sus mayorías, y consumar verdaderas revoluciones democráticas.
Este propósito se define desde el momento en que el FMLN es inscrito y avalado por el TSE como partido político.
Aciertos y desaciertos, triunfos y fracasos, marcan un antes y un después, en los 37 años que definen la existencia del FMLN. Es precisamente la combinación de la forma de mando o conducción del pasado, con la forma doctrinal de conducción del partido político en el presente, lo que podría estar afectando el futuro político electoral del FMLN.
Ya que esto le ha venido permitiendo a los mismos enemigos de siempre, poder confundir al pueblo, señalando la contradicción de sus principios ideológicos, con el estilo de vida que hoy tienen los que desde su juventud lucharon sin privilegios por sus convicciones sociales.
Precisamente una actitud dependiente al sistema económico, creada por las élites y sus medios publicitarios de comunicación, es lo que hoy le está permitiendo a la derecha volver a implementar términos y conceptos viejos; que utilizaron y seguirán usando para debilitarlos internamente y ganarle terreno a su eterno contrincante político en la lucha vigente, que hoy define las derrotas o las victorias cada 3 y 5 años; donde está en juego la representatividad en los gobiernos y la permanencia de la fuerza política social que marca el futuro del mismo partido.
Es claro que Arena y las élites con su poder económico han visto la oportunidad desde el lema; “divide a tu enemigo y vencerás”. Ellos conocen muy bien cómo hacer para que através de las mieles del poder, cualquier líder político se corrompa en su propósito. Con sus medios han aprovechado el momento indicado para meter la cizaña y así afectar electoralmente al FMLN como partido.
Si el FMLN logra superar sus problemas y debilidades ideológicas, siendo sus dirigentes políticos los que prediquen con el ejemplo, y su militancia histórica se abre a la crítica con prudencia y tolerancia; logrando combinar el propósito de lucha histórica con la actual razón de ser del FMLN, que es la lucha política electoral, puede ser que el pueblo y sus mayorías le den de nuevo el último voto de confianza, para que se pueda mantener el Ejecutivo, y en las próximas elecciones de alcaldes y diputados recuperar el terreno perdido.
El FMLN es la única institución política que puede llegar a representar dignamente al pueblo salvadoreño y sus mayorías. Siendo desde los gobiernos locales donde se debe implementar los cambios estructurales necesarios que transformarán nuestra sociedad.
Lo más importante es que el FMLN se mantenga firme en su ideología y trabajo de lucha social revolucionaria con una militancia unida. También se debe concientizar e incentivar a la población, para que juntos busquemos seguir avanzando en materia social y en el combate a la corrupción.
La militancia histórica del FMLN es muy inteligente y por eso entiende muy bien los detalles de la pasada derrota electoral, sin embargo en este proceso interno, deben de contribuir aún más para mantener la unidad; siendo prudentes y tolerantes con las críticas correctas e incorrectas, que hoy hacen las nuevas generaciones, ya que son ellas los que retomarán en el futuro los propósitos de lucha de este glorioso partido.
Es evidente que algunos cuadros importantes dentro de la militancia del partido están bastante interesados en construir una alianza política, para poder competir y posiblemente ganar en las próximas presidenciales. Ante esto; la población y principalmente la militancia, que es la que entabla la lucha política electoral, deben de tener bien claras las reglas que definirían cualquier tipo de alianza; esto para que sus adversarios políticos no corrompan ni pongan en riesgo el proyecto histórico de lucha ideológica del FMLN.
Todos los que proponen o apoyan esta propuesta, deben tener mucho cuidado con la militancia histórica, al momento de proponer una posible alianza política con otros grupos políticos que surgen contrapuestos a los principios de lucha del FMLN, y que claramente buscan reducir el apoyo popular y debilitar al único partido de izquierda, ya que estos ya son considerados por muchos militantes como enemigo político al igual que Arena.
Una alianza política o coalición electoral; podría ser aceptada y tener éxito, solo si en la campaña electoral el protagonista sea El Plan de Gobierno y no el candidato expuesto a la población como pasa siempre y es la costumbre política que le da cabida a la corrupción desde su génesis.