El partido ARENA, caracterizado por su voracidad para la explotación sin límites de los recursos naturales a través de la privatización de dichos recursos; por tener entre sus militantes a personajes ambiciosos que se han enriquecido por medio de la corrupción, la evasión y apropiación de impuestos y de donativos provenientes del exterior; ahora, por medio del Presidente de la Asamblea Legislativa y del jefe de fracción arenera, Alberto Romero, muestra sin ningún tipo de reservas otra de sus caras; su naturaleza represora que le heredara el fundador de los escuadrones de la muerte el mayor Roberto d’Aubuisson.
La naturaleza represora de ARENA se puso en evidencia cuando personal de seguridad de la Asamblea Legislativa bajo la responsabilidad del Dr. Norman Quijano, agredió a estudiantes, docentes, trabajadores y al Rector de la Universidad de El Salvador, el maestro Roger Arias, rociándoles en pleno rostro gas pimienta, en momentos en que se disponían a entrar al edificio de la Asamblea Legislativa para entregar una pieza de correspondencia relacionada con la no privatización del agua.
La agresión efectuada por miembros de la seguridad de la Asamblea, además de provocar golpeados por el retiro atropellado de los manifestantes, creó una indignación que se salió de control, generando una respuesta violenta de algunos de los manifestantes quienes dañaron parte de la infraestructura del edificio de la Asamblea; lamentable incidente que no hubiera pasado si el personal de seguridad de la Asamblea no hubiese atacado a los manifestantes.
Es inconcebible y condenable que el diputado arenero Alberto Romero, reconocido en su partido por su matonería política, llame terroristas a las autoridades y estudiantes de la Universidad de El Salvador, discurso que refleja ecos de un nefasto pasado de represión y persecución que ahora son invocados por el Presidente legislativo Norman Quijano, al ordenar al fiscal que investigue al Rector y Vicerrector que encabezaron la marcha.
Por cierto que antes de esta agresión; la marcha, como expresión de rechazo a la privatización del agua fue un total éxito; durante su recorrido, miles de estudiantes mostraron de forma pacífica su dinamismo y ánimo de lucha, acompañados de trabajadores administrativos y personal académico a quienes les expresamos nuestra simpatía, solidaridad, llamándoles a derrotar la naturaleza privatizadora y represora de ARENA. Adelante universitarios y pueblo salvadoreño: la lucha continúa.
