René Mauricio Mejía.
La nueva correlación legislativa dominada por los partidos de derecha, ARENA, GANA. PDC y PCN, ha mostrado con suficiente claridad su interés por privatizar el agua en el país, en tanto la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático, dominada por dichos partidos, reunida el 5 de Junio, día Mundial del Medio Ambiente; acordó tomar como documento único de trabajo la Ley Integral del Agua, elaborada por un grupo de expertos contratados por ANEP, con lo cual, descartaron la propuesta de ley consensuada entre organizaciones del pueblo, centros de educación superior universitaria y la Iglesia Católica, que ya estaba en discusión en la pasada legislatura con un importante avance que ha sido relegado por los mencionados partidos de derecha.
Un elemento que confirma que ARENA busca la privatización del precioso líquido es su antigua oposición a constitucionalizar el derecho al agua y a cambio, ahora de forma impositiva, junto a los demás partidos de derecha, emite un dictamen favorable para que el recurso hídrico sea administrado por un nuevo ente rector denominado Autoridad Nacional del Agua (ANA) que estaría mayoritariamente integrada por representantes de la Asociación Nacional de la Empresa Privada ANEP y COMURES, dos instancias dominadas por ARENA, quienes tendrían mayoría sobre la representación del Estado, quien sólo tendría un representante, de tal forma que serían los empresarios y no el Estado quienes decidirían qué hacer con el agua, con un alto riesgo de mercantilización en detrimento de la economía familiar de sectores populares.
Los soberbia e imposición de los diputados de derecha por favorecer la privatización del agua, no tiene límites, se han negado a escuchar al Arzobispo de San Salvador monseñor José Luis Escobar Alas, quien basado en la encíclica del Papa Francisco Laudato si (Alabado seas, mi Señor), les haría una propuesta basada en un modelo de ecología integral.
La privatización del agua, afectaría sensiblemente a los sectores populares; a los que votaron por la izquierda, a los que votaron por ARENA y demás partido de derecha y a los que se abstuvieron o votaron nulo, por lo que diversos sectores se han pronunciado en contra de esta agresión a los derechos de existencia de la población.
La correlación legislativa de derecha, no es invencible, ya fue derrotada una vez por las marchas blancas; ahora puede y debe ser derrotada por una amplia y masiva movilización popular que muestre unidad en la acción, ya que actividades dispersas y aisladas no tendrían el impacto necesario para detener a la ambiciosa derecha que gobierna la Asamblea Legislativa por lo que es oportuno un llamado a todas las fuerzas que no están de acuerdo con la privatización del agua a formar una gran unidad popular en defensa del agua, que en definitiva es una defensa por la vida.
