El pulso nacional, por un tema sensible como es el agua, y por la apropiación de los recursos hídricos, estableció situaciones que llevaron a la desesperación de parte del establishment—grupo de poder establecido—en tanto que se encierran en su estatus que como estructuras específicas de élites (ARENA y sus alevosos dirigentes como el Presidente de la Asamblea y sus delegadas en las comisiones legislativas), que son los claros promotores de intereses de la clase dominante; y en el caso que nos ocupa quienes pretenden favorecer que una ley que estaba trabajada en 92 artículos con la anterior legislatura y en definir la autoridad rectora, se tenga que reiniciar y poniendo en primer plano otorgar el dominio decisorio de los recursos hídricos a la empresa privada.
El mantenerse con acciones difusas y bajo el discurso mediático que no se trata de una “privatización”, o que lo que se requiere en cambios en la autónoma ANDA que no funciona; similar al caso Funes, por un lado la misma prensa ya acusó, juzgó y sentenció; y en cambio no da por cierto lo dicho por los personeros de ARENA, y pretendió ocultar la decisión legislativa de actuar en claro sesgo de protección de los intereses dominantes, determinando que luego de evitar un debate público, con la Iglesia y el sector académico (UCA) los deja fuera de la discusión, arrojando una intención de que en efectivos conciliábulos se fuera redefiniendo el proyecto de ley en pro de quienes hoy contaminan, y no pagan el valor de mercado al usar el agua como materia prima, y en claro detrimento de quienes no usan el agua para fines industriales.
Ese establishment incentivó a la protesta popular dejando al arbitrio lo que pudiera suceder, casi de manera azarosa; la ANEP en su Presidente reclamó hasta sentirse intimidado por la manera como se va construyendo la opinión pública en su contra, dado que claramente se sabe que son quienes más interés tienen en que el ente rector esté bajo su dominio; y son el grupo permeable al interés de la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático (Martha Batres).
Los grupos que defienden el poder establecido (prensa y contingentes de matones a sueldo), secuaces o simples gendarmes pagados por el pueblo, pero al servicio de funcionarios(as) prepotentes (Quijano; Batres) que pretenden hacer creer que son personas nobles, atendiendo su estatus quo, calificando desde terroristas a vándalos, la protesta de estudiantes que elevaron su conciencia y acompañaron al rector en una buena causa.
Es importante revertir el sesgo de la prensa burguesa de ocultar intencionalmente el trabajo legislativo en contra de los intereses populares—en el hecho de que no se haya retomado el debate anterior con el proyecto de ley general de aguas, por otro con la denominación de ley integral…” denota que en el seno legislativo los dados están cargados y la protesta se debe realizar con más frecuencia, precisión y objetivos claros, para denunciar y demandar posturas de los diputados(as) consecuentes con el interés de la gente.
Quijano ha prometido que en su ejercicio se deberán aprobar legislaciones favorables a determinados intereses del establishment, y por ello la protesta debe ser una manera de crear una clara oposición, a fin de evitar que sean leyes impuestos sin ningún favorecimiento a los intereses de la gente. Que bien que los estudiantes estén acompañando este proceso por sus necesidades vitales—sabemos que la conciencia colectiva se nutre no sólo del conocimiento, sino de la actividad que requiere que circunstancias determinadas de la realidad sean transformadas en lo individual y lo colectivo; el tema del agua es un necesidad transversal que debe ser un motivo de lucha; el establishment quiere deslegitimar esta actividad de la UES, y otros sectores sociales; se quieren establecer responsabilidades para encontrar culpables de una acción que involucró la violencia institucional que provocó una violencia social—no hay nada de terrorismo, ni de delincuencia—es una cuestión de conciencia por una situación de interés nacional.
Lo importante acá es que se requiere de liderazgo socio-político amplio, democrático y unitario para enrumbar el motivo con la necesidad y cambiar el orden establecido que quiere aprobar leyes en contra de la gente, y que siempre en lo que recoge la historia, han resultado injustas y anti populares.
*Sindicalista salvadoreño