Un nuevo estudio realizado por un equipo del Center for Social and Affective Neuroscience at Linköping, en Suecia, aportó más luz acerca de la adicción al alcohol.
Los investigadores suecos realizaron un experimento donde suministraron agua con alcohol a 32 cobayas (roedores parecidos a los conejos, pero más pequeños) durante diez semanas, hasta volverlas adictas. Posteriormente, analizaron a los animales y comprobaron que uno de sus genes se expresaba con menor intensidad que en los que no eran alcohólicos.
En concreto, que se trataba del gen responsable de la proteína gata3. Este hallazgo puede ser el primer paso para diseñar moléculas que regulen la expresión de dicho gen, las cuales podrían servir para impedir o, al menos controlar, el alcoholismo.