La Comisión Europea ha impuesto una multa antimonopolio de cinco mil millones de dólares a la multinacional Google por prácticas desleales de competencia, que según el ente regulador consistían en emplear su extendido sistema operativo Android para condicionar a los fabricantes de móviles y ganar ventajas ilegales sobre sus rivales en el mercado.
La multa, equivalente a unos 4 343 millones de euros, representa la sanción más alta en la historia de la UE, y casi duplica la anterior de 2 400 millones impuesta el año pasado a Google por su servicio de búsqueda de compras online.
Aunque abultada, la multa asciende a los ingresos de dos semanas para la empresa matriz de Google, la multinacional estadounidense Alphabet Inc., que tiene, además, reservas de efectivo por 102 900 millones de dólares.
Según el argumento de la Comisión Europea para imponer la multa, Google, que recibe el grueso de sus ingresos gracias a su motor de búsqueda, desarrolló una estrategia para anticiparse a la transición de los ordenadores de sobremesa a la Internet móvil, y asegurar que los usuarios siguieran utilizando Google Search en sus móviles y tabletas.
Para ello usó el SO Android, presente en el 80 por ciento de los móviles avanzados en el mundo, cuyo código fuente es público e incluye las características básicas, pero no las aplicaciones y servicios exclusivos de Google.
Para tener acceso a esas aplicaciones y servicios exclusivos, los fabricantes de dispositivos móviles deben firmar contratos con la empresa, en los que se imponen una serie de restricciones.
Primeramente, Google ofrece sus aplicaciones y servicios en forma de paquete, lo cual impide que los fabricantes preinstalen algunas aplicaciones pero no otras. Por ello, en los dispositivos de Android más del 95 por ciento de todas las búsquedas se realizaron a través de Google Search, mientras que en los dispositivos de Windows Mobile el porcentaje es inferior al 25 por ciento.
La Comisión Europea estima que esa práctica ha reducido los incentivos de los fabricantes para preinstalar motores de búsqueda competidores, como Bing de Microsoft, y los incentivos de los usuarios para descargar dichas aplicaciones.
Google, además, dio incentivos financieros a algunos de los mayores fabricantes de dispositivos y operadores de redes móviles, bajo la condición de que Google Search fuera el único motor de búsqueda preinstalado.
En esa cuestión, el ente regulador europeo consideró que un motor de búsqueda rival “no habría podido compensar a un fabricante de dispositivos o a un operador de redes móviles por la pérdida de los pagos de la cuota de ingresos de Google y seguir obteniendo beneficios”.
Asimismo, Google ha reducido la posibilidad de desarrollar y vender dispositivos que funcionaran con versiones alternativas de Android, lo cual impide a los fabricantes su uso. Al respecto, Bruselas asegura contar con pruebas de que esa práctica de la multinacional impidió el desarrollo y venta de smartphones basados en una alternativa de Android llamada Fire OS.
Otro punto del expediente es que Google cerró contratos con grandes operadores de redes móviles que pueden determinar qué aplicaciones se instalan en los dispositivos vendidos a usuarios finales.
Paralelamente a la imposición de la multa, la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, ha ordenado a Google cesar las prácticas anticompetitivas en sus acuerdos contractuales con fabricantes de teléfonos avanzados y proveedores de telecomunicaciones en un plazo de 90 días, bajo la amenaza de sanciones adicionales de hasta el cinco por ciento de la facturación diaria media mundial de Alphabet.
“Google ha utilizado Android como vehículo para consolidar el dominio de su motor de búsqueda. Estas prácticas han privado a sus competidores de la posibilidad de innovar y competir en función de sus méritos. Han impedido a los consumidores europeos beneficiarse de una competencia efectiva en un ámbito tan importante como el teléfono móvil”, dijo Vestager en un comunicado.
La CE desestimó el argumento de Google sobre la competencia de Apple, argumentando que el fabricante del iPhone no es una limitación suficiente debido a sus precios más altos y los costos de cambio para los usuarios.
(Con información de Reuters y Europa Press)