En un proceso de economía ¿tiene la clase trabajadora algo que ver?

Róger Hernán Gutiérrez
Sindicalista salvadoreño

El revuelo que ha provocado la iniciativa gubernamental sobre elementos de la economía del país, con el proyecto denominado zonas económicas especiales; al parecer no ha incorporado qué opina la clase trabajadora al respecto, el punto quizás es que la zona sur oriental está en una condición crítica, y por ende las personas trabajadoras que allí residen, podrían verse atraídos al momento de la apertura de la zona y comenzar procesos serios y responsables de reclutamiento, selección y contratación de personal, cuando las diferentes empresas que sean acreditadas empiecen el negocio y requieran de personal para desarrollarlo.

Existirá un Consejo Directivo, integrado por varios representativos de carteras gubernamentales, pero en ninguna parte menciona de los que van a conformarlo a la cartera de trabajo y previsión social—eso puede manifestar que la economía tal como se concibe no incluye a la clase trabajadora—

Quizás se preguntaría en qué momento intervendrían las organizaciones sindicales, la mayoría poblacional y tratándose de sectores empobrecidos, difícilmente estarían organizados y su acceso a las empresas instaladas en la zee, de reunir la idoneidad se vincularían a los puestos de trabajo y hasta ese momento de existir la relación laboral comenzaría la constitución de sindicatos. Y cuál sería la respuesta, habría claramente un ejercicio de libertad sindical en las empresas que en ella se instalen, realmente la administración del trabajo tendría facilidades en caso de violaciones laborales o discriminación sindical, las dudas surgen y hay siempre aspectos que no ofrecen certeza de que la economía en su ánimo de desarrollo no vaya atropellar los derechos laborales y sociales de las personas trabajadoras, serán realmente equitativas las presunciones en pro del mercado y lo social.

Al parecer se está confiando en que existe una efectiva tutela laboral, y toda aquella acción ejercida para reactivar económicamente en el caso una zona especial, será sanamente desarrollada; pero eso representa una utopía que no sabemos lo que trae—entendemos la preocupación por hacer acciones gubernamentales que mejoren la economía y, ello nos lleve a pensar que se pretende cubrir la necesidad de empleo decente formal, con protección social, se destaca que es «un país de trabajadores y trabajadoras”. Y es porque no se puede dejar de trabajar, dado que de esa forma no hay ingresos para ganarse el sustento diario, y es la causa de que la informalidad haya crecido exponencialmente. Enfrentar el desafío de lograr trabajo decente, que ahora es «un privilegio del que goza menos del 20 % de la población económicamente activa»(PNUD).

«El trabajo decente en el mundo contemporáneo globalizado, es el tipo de trabajo que interesa desde la perspectiva del desarrollo humano», y recuerda que «este concepto fue propuesto como ideal ético por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1999 ante la observación de las carencias y exclusiones que padecen muchas personas alrededor del mundo en sus vidas laborales.

Interesante saber si las empresas que obtengan la calificación cumplirán con la inversión para dar el derecho de trabajadores(as) de contar con salas cunas y lugares de cuidado infantil, qué mejor de agregar este derecho como parte de un requisito claro en el acuerdo de calificación—o prevalecerán intereses económicos en su detrimento.

Otro punto es, realmente existirá un control en que a cambio de altas exenciones fiscales y de otra índole, se verificará la promoción y generación del empleo, hasta ahora no se ha podido verificar cuántas empresas en zonas francas se han cerrado y violentado derechos laborales, cuánto empleo se ha generado y cuántos empleos se han perdido, hay siempre facilidades para el negocio y sin embargo continúan presentándose no pago de cuotas al ISSS y a las AFP, falta de libertad sindical (evitar la constitución, discriminación por ser sindicalista, entre otros aspectos), medidas como acoso laboral y sexual, despidos de mujeres trabajadoras después de terminar la licenciada de maternidad.

Dejar muy general la presencia de la cartera de Trabajo para ingresar a la zona, estaría como planteando que cuestiones que se evidenciaron en el pasado y ahora en la realidad, pareciera que vamos a cometer los mismos errores y continuar viendo el trabajo como algo que no se tutele efectivamente y se precise en el proyecto de zonas económicas especiales.

Pensamos que el plan de negocio está dado para desarrollar la economía de la zona, pero y los intereses de las personas trabajadoras con una disyuntiva de que un empleo estable le dará dignidad, pero que siendo zonas tan empobrecidas, se está cayendo que cualquiera empleo es siempre mejor que no tenerlo, independiente que sea sobre derechos violentados y cada vez menos protección social.

*Sindicalista salvadoreño

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