Escándalo de abuso sexual en la Iglesia católica de EE.UU.

Una gigantesca investigación judicial en Estados Unidos halló evidencia creíble contra más de 300 curas que abusaron de niños, e identificó a más de mil víctimas menores de edad durante décadas de abuso sexual encubierto por la Iglesia católica en Pensilvania.

Ochocientas páginas con cientos de testimonios sobre abusos de curas contra niños en el estado de Pensilvania en los últimos 70 años. Es lo que contiene el expediente revelado por el fiscal de Pensilvania y que se basa en archivos de las diócesis, confesiones manuscritas de los mismos curas y denuncias de víctimas, detalló el procurador Josh Schapiro.

El informe contiene los detalles abominables de los abusos cometidos por cerca de 300 sacerdotes sobre alrededor de 1.000 niños. Un monaguillo fue por ejemplo obligado a desnudarse para posar como Jesucristo en la cruz y ser fotografiado. Se reporta también el caso de un cura quien abusó de cinco hermanas de una misma familia mientras que otra acusación involucra al reverendo Edward Graff de la diócesis de Allentow que justificaba sus abusos diciendo a sus víctimas que él era un instrumento de Dios. El gran jurado que recogió los testimonios de víctimas denuncia además un encubrimiento sistemático de estos hechos por la jerarquía católica de Pensilvania.

Los casos de Pensilvania se suman a los de Boston, y de otras entidades, una larga lista que alimenta con testimonios la ONG Bishop Accountability que ayuda a las víctimas. La organización, que publicó un censo de los casos de pedofilia en la Iglesia católica estadounidense, estima que en total en Estados Unidos, más de 6.000 sacerdotes católicos han sido denunciados por acoso sexual por miles de víctimas.

Terry McKiernan, fundador de Bishop Accountability, explica que «sacerdotes abusaron a niños, y sus superiores, incluyendo obispos, toleraron estos abusos y sólo los movieron a otras ciudades, en algunos casos a sabiendas de que iban a reincidir. Es una situación muy chocante. Vemos este tipo de mecanismos persistentes en varias partes del mundo, no sólo en Estados Unidos».

En su informe, el jurado y el procurador de Pensilvania recomiendan un cambio de legislación para acabar con la impunidad y el olvido en el que cayeron muchos casos debido a la prescripción de los hechos o la muerte de los sospechosos.

«Desgraciadamente las acusaciones contra los curas Sweeney y Poulson, que ya fueron anunciadas formalmente por la Justicia, parecen ser los únicos casos que no han prescrito. El estado de Pensilvania tiene una legislación muy pobre en la materia, y considero que este informe dará un impulso a los que quieren reformar los plazos de prescripción. Espero que el informe permita a las víctimas que no pudieron demandar porque venció el plazo de prescripción obtener algún tipo de justicia por el daño que se le ha hecho, al menos en lo civil», comenta Terry McKiernan.

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