Geng Shuang, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, aseveró que la determinación de esas naciones de cortar los lazos con la isla de Taiwán y de establecerlos con Beijing cumple con el principio de ‘Una Sola China’, el cual es un consenso universal.
‘Ningún otro país tiene derecho a pronunciarse de forma irresponsable al respecto’, afirmó en respuesta a las críticas formuladas por Estados Unidos.
En ese punto, Geng exigió a Washington manejar el tema con cautela y objetividad, así como abstenerse de proceder con acciones o hacer comentarios que pongan en peligro la paz y la estabilidad en los vínculos entre las autoridades de Tapei y la parte continental de China.
La nación norteamericana llamó a consultas a sus máximos diplomáticos en República Dominicana, El Salvador y Panamá porque esos tres territorios latinoamericanos tienen relaciones oficiales con el gobierno de Beijing.
La comunidad internacional aprobó con 170 votos una resolución en 1971 que considera a la República Popular China el único representante legítimo ante las Naciones Unidas y reconoce a la isla de Taiwán como parte inalienable de la nación asiática.
Para avanzar hacia la completa reunificación del territorio nacional, Beijing defiende también la política de Un país, dos sistemas, aplicado con éxito en las regiones administrativas de Hong Kong y Macao.
Sin embargo, los dirigentes taiwaneses se niegan a aceptar ese status.