La noticia que el ex presidente de El Salvador Elías Antonio Saca fue condenado a diez años de prisión por desfalcar 301 millones de dólares al Estado, no sorprendió a muchos pues ya se venía preparando el terreno, en la opinión pública para tal desenlace.
El ex presidente Antonio Saca fue declarado culpable de corrupción y junto a él también fueron condenados 6 ex colaboradores, todos por los delitos de lavado de dinero y peculado.
Desde que se supo la noticia, la indignación ha crecido hasta formular la frase: “Devuelvan lo robado”. Es el comentario en la opinión pública, en redes sociales, entre las voces de la calle. Aunque la condena incluye un reparo civil por 260 millones de dólares de los más de 300 millones que la Fiscalía asegura que la red de corrupción sacó de los fondos públicos, nadie tiene claro si existirá algún mecanismo para retribuir lo robado.
La cosa se complica cuando en el mismo juicio trascendió que los beneficiarios de ese desfalco son personas e instituciones de la vida política actual nacional, entre ellos los partidos ARENA y GANA y reconocidos empresarios con puestos directivos en organismos empresariales.
Todos hablan que es un hecho histórico, y en verdad que lo es, que un tribunal de justicia de El Salvador condene a diez años de prisión a un ex presidente, procesado por desviar más de 300 millones de dólares de las arcas del Estado para favorecer a sus empresas y a terceros, cosa que no había sucedido antes. Saca, de 53 años, se convierte así en el primer ex presidente salvadoreño condenado por corrupción.
Las audiencias en el tribunal duraron 17 días gracias a un juicio abreviado negociado entre la defensa y Fiscalía General de la República, FGR, y culminó con la referida sentencia. Junto a Saca se condenaron a 6 de sus más cercanos colaboradores del cuarto gobierno de ARENA.
Los otros condenados son el ex secretario privado de la Presidencia, Elmer Charlaix; el ex secretario de Comunicaciones, Julio Rank; el ex secretario de la Juventud, César Funes; y los administrativos de fondos de Casa Presidencial, Francisco Arteaga, Jorge Herrera y Pablo Gómez. Este último, ex auxiliar de la UFI, alegó inocencia hasta el último momento pero no le valió para nada, al contrario, recibió la pena más alta (16 años).
Las sentencias de prisión recibidas y la responsabilidad civil (dinero a devolver al Estado) quedó de la siguiente manera:
Elías Antonio Saca, sentenciado a 10 años y a reintegrar $260,731,171.64
Elmer Charlaix, sentenciado a 10 años y a devolver $15,000,000
Julio Rank, sentenciado a 5 años y a reintegrar $8,348,130.39
César Funes, sentenciado a 5 años y a devolver 886,697.97
Francisco Arteaga, sentenciado a 5 años y a reintegrar $7,000,000
Jorge Herrera, sentenciado a 5 años y a devolver $3,000,000
Pablo Gómez, sentenciado a 16 años y a reintegrar $5,000,000
Cómo se hará la devolución de este dinero es lo que no queda claro y existe la probabilidad que a medida pase el tiempo pierda el interés mediático y quede como han quedado otros casos en la historia reciente de El Salvador. Olvidado para siempre.
«Estamos satisfechos con la condena, la responsabilidad penal que se les ha impuesto a los imputados, así como la responsabilidad civil», dijo el fiscal jefe de la Unidad de Investigación Financiera de la Fiscalía, Jorge Cortez, quien confirmó también que el ex mandatario tendrá que regresar al Estado 260 millones de dólares. Lo que no dijo es cómo hará semejante cosa, pues mucho del dinero está ya repartido entre sus empresas, instituciones políticas y agencias de publicidad. Embargar a través de la Ley de Extinción de dominio no recuperaría ni el 20% de lo robado. Entonces la pregunta es ¿Cómo devolverán lo robado? ¿Dónde está lo robado?
Todavía falta esperar los últimos pasos del caso pues los defensores de los imputados pueden recurrir a una instancia superior para determinar si se ratifica o se modifica la sentencia sobre la responsabilidad civil.
¿Quién es Saca?
Elías Antonio Saca González, conocido popularmente con su nombre de narrador deportivo: Tony Saca, nació el 9 de marzo de 1965 en Usulután, su familia fue comerciante. Su abuelo, Jorge Saca Hasbún, había llegado de Palestina a El Salvador y se radicó en Usulután.
Cuando cursaba octavo grado en el Instituto Cervantes, Elías Antonio comenzó a trabajar en Radio La Vanguardia, en la capital salvadoreña, y ahí descubrió su interés por la radio.
El bachillerato lo cursó en el colegio Cristóbal Colón y trabajó en esos años en Circuito YSR. Después de un tiempo dio el salto a la televisión donde narró deportes. Fue el consentido en TCS y fue en 1987, a los 22 años, cuando fundó Radio América, y más tarde, en 1993, Radio Astral, la primera estación del Grupo Samix.
Cuando fue llamado para competir por la presidencia de la República, había sido presidente de la Asociación Salvadoreña de Radiodifusores (ASDER) en dos periodos, además de haber sido presidente del Comité Permanente de la Libertad de Expresión de la Asociación Internacional de Radio (AIR) y presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada, ANEP en dos periodos consecutivos.
Su meteórico ascenso a dirigir el COENA, máxima dirección del partido ARENA, fue posible gracias al respaldo de los financistas de este instituto político que ahora reniegan de él. En conclusión, podríamos decir que Tony Saca fue un ave trepadora que subió sin límites, que expolió las arcas del Estado para su propio beneficio y el del partido ARENA y hoy es una vergüenza para todos los salvadoreños.