Los Gatos Negros (Tributo a un amigo)

(Por: Francisco Parada Walsh).

Que se voló hace tiempo. Jaime Javier Tovar Pinto mejor conocido como “El Chele” Tovar fue otro hermano que Dios me dio; su fugaz paso por el planeta Tierra Roja sólo dejó luz, alegría, risas y amor en los corazones de quienes lo conocimos.

Pero, ¿De dónde desciende genealógicamente mi amigo?: Su abuelo fue el famoso “Chino” Pinto, hombre que hizo sendas locuras como meter la cabeza en las fauces de un león cuando pidieron en un circo un voluntario, surcar veredas en motocicleta hasta llegar a Panamá, tirarse en un paracaídas cuando eso lo hacían sólo los profesionales.

¿Dónde conozco al amigo que se fue?: En las aulas del colegio “García Flamenco, veo todo en cámara lenta y nuestra psique no era normal, éramos unos vagos que reíamos cada día más.

¿Qué heredó “El Chele” Tovar de su abuelo materno?: El coraje, el arrojo, el valor y la locura para hacer lo que nadie hacía, hace o haría en estos tiempos.

¿Qué locuras vienen a mi mente?: Fueron muchísimas pero las más atrevidas aún en estos días llamarían la atención o fueran duramente criticadas. Era común que el padre de “Chamba” Salazar nos llegara a recoger, mientras se esperaba que la luz roja cambiara en el semáforo del bulevar Los Héroes y de la calle Gabriela Mistral y apenas el carro era libre llegaba el turno del “Chele” para bajarse los pantalones y enseñar el trasero a aquellos conductores sorprendidos.

¿Cuál fue una de las locuras más temerarias que hizo “El Chele” Tovar?: Recuerdo que tenía decidido ingresar a la Fuerza Aérea, su cabello lucía un corte militar, su porte y elegancia lo hacían lucir como “Marines”, eran tiempos de la guerra, El Salvador de qué estaba atestado de asesores militares gringos, venía un pelotón del cuartel San Carlos haciendo ejercicios cerca de la ex –embajada americana cuando “El Chele” Tovar frenó, se bajó del carro y con su garbo gritó fuertemente: “Desplegarse inmediatamente”, un oficial al mando del batallón le preguntó quién era; “El Chele” Tovar sin inmutarse le dijo : “Soy asesor militar de la embajada de los Estados Unidos”, desplegarse inmediatamente que los van a hacer M…….”, después de recibir las órdenes tanto el oficial y todo el batallón corrían como cucarachas fumigadas; los acompañantes no podíamos creer semejante locura, no estábamos riéndonos, estábamos petrificados del miedo.

¿Qué anécdota recuerdo de doña Yolanda Tovar de Pinto (Madre de “El Chele”)?: Toda la pandilla gatuna era vaga, desaliñada y mal hablada, era “El Chele” quien por atormentar a los profesores tenía un repertorio de puteadas que un vago del parque Zurita no podría superarlo, fue así que la dirección mandó a llamar a todas las madres o responsables de los cuatro gatos negros; llegó doña Yolanda muy, muy elegante, todos entramos a la oficina del director quien dijo que el motivo de haber sido llamados era por el vocabulario soez que utilizábamos, inmediatamente doña Yolanda se voltea y le dice al “Chele”: “Bueno semejante hijueputa, que no te he dicho que en colegio no hables tanta m…. semejante pendejo”, el director sólo peló los ojos e inmediatamente dijo: “Hasta acá llega la reunión, pueden retirarse”. Recién entrábamos al cursillo en la universidad y uno de los alumnos más notorios y famosos era “El Negro” Ricardo Guevara Mora quien recién había sido pieza fundamental para clasificar al mundial de España 82, como se pega el mozote a un pantalón así “El Chele” y “El Negro” sellaron una gran amistad y por medio de esa relación llegó “El Chele” a conocer al mejor jugador del mundo, el “Mágico” González, ambos amaban la noche, las fiestas, la música, las mujeres bellas; “El Mágico” llegaba a recoger a “El Chele” en su Golf GTI, único en el país pero la patrona doña Yolanda como requisito para que “El Chele” y “El Mágico” se fueran de parranda debían barrer el patio, ya el patio limpio daba permiso para las salidas, las discotecas eran sus mundos, ambos tenían sangre gatuna, morían de día y vivían de noche. Un 5 de noviembre de 1982 “El Chele” llegó a recoger a “Chamba” Salazar, lavaron la nave, entraron al cuarto y en un parpadeo “El Chele” Tovar se voló la vida de un balazo…..

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