A 87 años del genocidio de 1932, perpetrado por la oligarquía salvadoreña y las fuerzas militares comandadas por el general Maximiliano Hernández Martínez, contra la población indígena que luchaba frente a la explotación, despojo de tierras comunales y la injustica en el occidente del país, el FMLN reiteró su solidaridad con el pueblo izalqueño y su compromiso por profundizar los cambios en favor de la justicia social.
Con esta masacre, las fuerzas represoras creyeron que se iban a terminar con la cosmovisión indígena de la tierra para todos y todas pero, por el contrario se arraigó en la memoria histórica para no olvidar quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Los gobiernos del FMLN han trabajado por el reconocimiento y reivindicación de los derechos de las personas indígenas, así como la elaboración e implementación de una política de salud en los pueblos indígenas, al entrega de títulos de propiedad, entre otras acciones que se contemplan en el Plan de Acción Nacional de Pueblos Indígenas.