El jefe de la agencia espacial estadounidense, Jim Bridenstine, quiso dejar claro un mensaje: la NASA aprieta el acelerador para volver rápido a la Luna, gracias al sector privado, un objetivo trazado por Donald Trump.
«Es importante regresar a la Luna lo antes posible», dijo Bridenstine en la sede de la NASA en Washington. Para los astronautas, el plan es un retorno en 2028.
Antes de eso, la NASA quiere ya tener allí un módulo de aterrizaje en 2024, y acaba de lanzar una licitación al sector privado, cuyas propuestas deben presentarse antes del 25 de marzo para una primera selección en mayo, un calendario ajustado para una agencia cuya historia está llena de proyectos que tienen años de retraso por haber excedido su presupuesto en miles de millones.