La comunidad cubana en esta nación centroamericana repudió la aplicación de una ley que permite interponer demandas a toda persona con expropiedades estadounidenses, nacionalizadas hace medio siglo.
‘Repudiamos la decisión de volver a limitar las remesas que residentes cubanos en los Estados Unidos envían a sus familiares y allegados, y de restringir aún más los viajes de ciudadanos norteamericanos a Cuba’, agrega el texto.
Además, Acres desmintió las recientes acusaciones del presidente Donald Trump sobre una supuesta presencia militar cubana en Venezuela, y recordó que sus compatriotas prestan mayormente servicios de salud en ese país.
‘Acres Caguairán reafirma su compromiso con Cuba y su Revolución y condena estas sucias acciones que pretenden infructuosamente asfixiar a nuestro pueblo y destruir su Revolución’, concluye el pronunciamiento.
Con la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, acápite que recibe gran rechazo a nivel nacional y foráneo, la administración Trump concreta este 2 de mayo otra medida hostil contra Cuba.
La controvertida legislación, aprobada por el Congreso estadounidense en 1996, codifica el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington hace casi 60 años contra la isla, y remarca su carácter extraterritorial.