La guerra comercial iniciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra el gigante asiático ha tenido consecuencias inesperadas para la economía mundial. América Latina no es la excepción y no se ha salvado de recibir los coletazos del huracán.
Era fácil suponer que una contienda entre dos de las economías más grandes del mundo tendría repercusiones globales y ya hemos podido ver alguna de ellas en la región. Está por ver qué otras sorpresas traerá la prolongación de esta guerra comercial.
Debilitamiento de las monedas latinoamericanas
Es bien sabido que en tiempos de incertidumbre económica, las personas se vuelcan a comprar dólares estadounidenses para protegerse de las devaluaciones de la moneda de los países en vías de desarollo. Esto debilita las monedas latinoamericanas y obliga a las autoridades económicas a subir las tasas de interés, lo que perjudica su crecimiento económico de sus respectivos países.
«Estados Unidos está obligando a los países de la región a elegir entre Washington y Pekín», señaló Margaret Myers, directora del programa América Latina y el Mundo en el Diálogo Interamericano. «Está colocando a los países latinoamericanos en una posición muy desafiante, sin ofrecer una política particularmente atractiva».
China, cuya demanda de materias primas aumentó durante el rápido crecimiento económico de las últimas dos décadas, ya es el principal socio comercial de países como Brasil, la mayor economía de América Latina y el principal exportador mundial de soja, hasta Uruguay.
Caída de los precios de las materias primas
La confianza de los inversores en el crecimiento económico mundial se ha visto paralizada por la prolongada guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha afectado a los productos básicos como el cobre y el petróleo crudo. En general, los precios de las materias primas a nivel mundial vivió la peor semana en lo que va de año, de acuerdo con Goldman Sachs, que incluso ha recomendado comprar.
La decisión de Estados Unidos de cortar el flujo de tecnología estadounidense vital a cinco compañías chinas en una escalada de tensiones ha sido la principal causante de esta caída, la más grande del año. Esto, por supuesto, afecta a las economías latinoamericanas, cuyo principal producto de exportación son materias primas.
El único ganador de la contienda: México
Debido al aumento de los aranceles de los productos chinos por parte de Washington, muchas empresas que operaban en China decidieron llevar su producción a otro lado y que mejor lugar que el vecino sureño de Estados Unidos.
Entre estas empresas está Fuling Global Inc., un fabricante chino de utensilios de plástico que fabricaba vasos de papel y pajitas para restaurantes de Estados Unidos. Cuando Donald Trump inició la guerra comercial, la compañía decidió abrir una fábrica en México.
Fuling Global Inc no es la única, la empresa GoPro anunció su decisión en febrero de mudar la mayor parte de su producción de cámaras con destino a Estados Unidos de China a México.
Aumento de las importaciones mexicanas
En total, las importaciones estadounidenses de bienes de México aumentaron un 10% a casi 350.000 millones de dólares en 2018, el crecimiento más rápido en siete años. Taskmaster Components es una de esas empresas que ha buscado importar desde México en lugar de China debido a la introducción de los aranceles. La compañía compraba ruedas grandes y neumáticos de China desde hace 20 años.
México ha visto un aumento de casi 20% de las ventas de minerales metálicos y sus derivados a Estados Unidos. Y este no es el único ejemplo, los dientes de ajo pelados de China se hundieron desde el comienzo de la guerra comercial, mientras que las exportaciones mexicanas aumentaron un 54%.