Aviones futuristas sostenibles podrían reducir el consumo de combustible en un 20 por ciento.
La forma en que volamos podría configurarse para cambiar más rápido de lo previsto gracias a un nuevo diseño de avión Flying-V radical.
Air France-KLM colaboró con una universidad holandesa para financiar la investigación de un nuevo diseño de aeronave que podría hacer que los viajes aéreos de larga distancia sean mucho más sostenibles.
El Flying-V tiene alas enormes y un diseño único de dos puntas. Las alas estarán donde se ubicarán las cabinas de pasajeros, la bodega de carga y los tanques de combustible del avión.
Nombrada en honor a la guitarra Gibson del mismo nombre, la Flying-V tiene 55 metros de largo, lo que la hace más corta y liviana que la aeronave más avanzada de la actualidad.
Tiene menos superficie de entrada en comparación con su volumen, lo que significa una mejor aerodinámica y una eficiencia de combustible mucho mayor.
Financiado por KLM-Air France e investigado por la Universidad Tecnológica de Delft, se espera que el diseño pueda reducir el impacto de los viajes aéreos globales en el medio ambiente, un factor que actualmente representa el 2,5% de las emisiones mundiales de C02. Con una capacidad de ahorro de combustible prevista en alrededor del 20%, el Flying-V podría ser revolucionario.
Aunque es más pequeño que los aviones de hoy, el avión puede llevar la misma cantidad de pasajeros con asientos para 314 viajeros.
Críticamente, el Flying-V tiene la misma envergadura que un Airbus A350, lo que significa que podrá utilizar la infraestructura existente en los aeropuertos.
La experiencia del pasajero.
Desde la perspectiva del viajero, el cambio más radical será que los asientos están ubicados en las alas, en lugar del fuselaje. Los nuevos diseños de asientos livianos ofrecerán más comodidad y aprovecharán al máximo la nueva forma de avión.
Un área común de pasajeros, espacio de descanso o sala de comida de estilo buffet también están en las obras. También se introducirán baños renovados.
Pieter Elbers, director ejecutivo de KLM, y el profesor Henri Werij, de la Universidad de Tecnología de Delft, firmaron un acuerdo en la Reunión General Anual de la IATA en Seúl la semana pasada para trabajar en el proyecto. La aerolínea aportará fondos para la investigación de TU Delft.
TU Delft and @KLM are partnering up for the Flying-V project. The aircraft’s design integrates the passenger cabin, the cargo hold and the fuel tanks in the wings, creating a fuel efficient V-shape. #aviation #design #engineering #tudelft More: https://t.co/HcLzcVyHDY pic.twitter.com/MgM6EAgj74
— TU Delft (@tudelft) June 2, 2019
El Flying-V, impulsado por los motores turbofan más eficientes en consumo de combustible de la actualidad, está diseñado para funcionar con queroseno, pero se puede adaptar fácilmente para incorporar avances en tecnología, como los motores transatlánticos compatibles con hidrógeno o motores eléctricos.
Listo para el vuelo
Un modelo a escala del diseño realizará su primer vuelo de prueba público en octubre en el Aeropuerto Schiphol de Ámsterdam como parte de las celebraciones del centenario de KLM. Los pasajeros interesados en ver cómo se verán las cosas a bordo también podrán ver una sección de tamaño completo del interior en el aeropuerto holandés.
El plan original para el diseño del avión Flying-V provino de Justus Benad, un estudiante del Instituto de Tecnología de Berlín. Dibuja paralelos con un diseño similar patentado por un ingeniero aeronáutico alemán en 1910.