Diputados sin salario y un país mejor

(Por: Arístides Espinoza)


Sería oportuno forzar a quienes hacen las leyes se disparen en los zapatos, que se promulgue una ley donde todo ciudadano que aspire a una diputación lo haga sin recibir salario y aunque pensar que nunca llegará a esto como tampoco lo harían por dignidad y vergüenza podría suceder un fenómeno político trascendental para que este país del tercer mundo con un PIB cerca del 75%, en crisis económica y social salga adelante y tal milagro los llevaría a renunciar a su salario, eliminar las prebendas, seguridad y no más viajes amañados, etc.

Que de ahora en adelante todo ciudadano aspirante a un diputación lo haga por patriotismo y a ver a cuantos se le cambia la cara, si tienen conciencia para no seguir siendo carga del Estado cuando se dice que no representan a nadie sino a cúpulas partidarias.

Tal propuesta no quiere decir que se queden en el aire, sin recibir un mínimo de incentivos, que solo reciban alguna compensación el día que la Asamblea tenga reunión y a este propósito propongo se eche mano de la democracia central; una herramienta bajo una nueva modalidad no vinculada al socialismo, veneno de la democracia burguesa. Una modalidad fuera de todo sesgo ideológico que se aplicaría bajo el siguiente esquema:

Que los alcaldes elegidos dentro de un distrito dado, y en conjunto según la zona geográfica, el mejor calificado y su suplente nombrado por el tribunal supremo electoral se convierta en el alcalde diputado que pasara a formar parte del congreso. Si se dice que hay alcaldes cuyo salario es de $ mil, esta cantidad compensaría su cargo BI funcional como representante de su distrito y el gobierno proporcionaría fondos para nivelar a los distritos más pobres.

Un área distrital como Chalchuapa, Atiquizaya, San Lorenzo, etc nombrarían esta nueva figura que sería aplicado a los diferentes distritos del país. El número de curules pudiera ser menor o mayor, los asesores y secretarias podrían funcionar en diferentes espacios distribuidos en la capital pues a tanto a llegado el malestar con los llamados padres de la patria que urge un cambio. En sur América el presidente Fujimori disolvió de un `plumazo la asamblea nacional y en Chile el general Pinochet los sacó de Santiago y los envió a Valparaíso.

Aquí en El Salvador los llamados representantes del pueblo han caído en tal desprestigio que es necesario eliminar la forma tradicional de como son electos. Los partidos políticos deben evolucionar y entrar en otra etapa y trabajar como representantes totales en función de la democracia central que ofrece una salida. No necesitamos más políticos oportunistas, ni cegados a ideologías sino apegados a una democracia funcional y económica que señale rutas de progreso alterno para avanzar y salir de la pobreza, la inmigración forzada, la delincuencia, etc.

Si lográramos inventar la pupusa plus, una comida gourmet universal y preservada con valor nutricional agregado que desplace las hamburguesas y los hot dogs, entonces dejando a un lado la robótica y otras ciencias cuando un 60% de su población aporte lo mejor de sí mismo y se creara un mercado de talentos competitivos que refleje nuestro bienestar el ciudadano no tenga que buscar el sueño americano y aunque sea difícil construir el sueño guanaco, habremos creado la pupusa de orilla azul!

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