Este siete de julio pasado tomó posesión la nueva dirigencia del FMLN, que será presidida por el fundador y dirigente histórico efemelenista, Oscar Ortiz, quien tiene una apreciable experiencia acumulada como excombatiente, dirigente partidario, diputado, alcalde y vicepresidente de la República, lo cual lo legitima ante la militancia y pueblo salvadoreño para conducir al partido por el camino de las conquistas populares y enfrentar los desafíos que vienen.
A nuestro criterio los cinco desafíos más inmediatos son:
1. Definir llevar a la práctica una estrategia unitaria que oriente en un sentido único, las fuerzas motrices internas del FMLN para constituirlo en un partido fuerte, unido y revolucionario, con sobrada capacidad para derrotar los planes de la derecha que se esfuerza por ver un FMLN quebrado y atomizado.
2. Fortalecer y ampliar las raíces populares que dieron origen al FMLN, ejercer la práctica política desde las aspiraciones del pueblo, luchar por esas aspiraciones que no son ajenas al FMLN, que parafraseando al Secretario General saliente Medardo González, el FMLN es un partido del pueblo, viene del pueblo y seguirá perteneciendo al pueblo salvadoreño.
3. Derrotar las fatalistas profecías que auguran que el final del FMLN ha llegado, pretensión ilusoria de las derechas que intentaron eliminar a la izquierda en 1932; lo intentaron durante una larga dictadura militar; lo intentaron durante 12 años de conflicto armado y ahora 30 años después de los Acuerdos de Paz, la derecha oligárquica y las nuevas derechas, lo siguen intentando, ignorando que la constante histórica en estas batallas de avances y repliegues, siempre ha sido y será el resurgimiento de una izquierda más poderosa y capacitada para la conducción el país.
4. Constituirse en una oposición constructiva, pero que no vacile ni tiemble en su convicción de enfrentar de manera fundamentada, aquellas medidas de gobierno que signifiquen un retroceso a los valores de la democracia y de las conquistas populares.
5. Explicitar de forma clara y concisa el proyecto político de Nación por el que lucha el FMLN, considerando que la nueva sociedad a la que se aspira es aquella que haga realidad que “El Salvador reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado, que está organizado para la consecución de la justicia, de la seguridad jurídica y del bien común. Asimismo, reconoce como persona humana a todo ser humano desde el instante de la concepción. En consecuencia, es obligación del Estado asegurar a los habitantes de la República, el goce de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar económico y la justicia social” hermoso precepto constitucional que de letra muerta debe pasar a inspiración de la práctica política de la nueva dirigencia del FMLN.
El dirigente de la izquierda salvadoreña subrayó que el primer desafío que tiene el FMLN son la elecciones municipales y legislativas, por lo que tanto la Comisión Política de la mano de la militancia debe trabajar en el territorio. “Vamos a reconstruir nuestro tejido social, nuestro tejido político, nuestra capacidad de trabajar desde el municipio, desde el territorio”, dijo.
