Matrimonio infantil y uniones tempranas persisten en América Latina

El matrimonio infantil y las uniones tempranas en América Latina se mantienen sin registrar descensos significativos durante los últimos 10 años y este problema genera hoy gran alarma en ONU.

 
De acuerdo con un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) y la ONG Plan Internacional, en el 2017 el 23 por ciento de las mujeres latinoamericanas de 20 a 24 años ya había estado casadas o en unión a los 18 años, y el 5,0 por ciento a los 15 años.

Además, señala el estudio, muchas veces las niñas ingresan en uniones tempranas o se casan para escapar del abuso y la violencia en sus hogares, pero a menudo terminan enfrentándose a esas mismas manifestaciones y al control ejercido por sus parejas, que no les permiten trabajar, estudiar o salir solas.

Incluso, tales violaciones suelen ser aceptadas socialmente y no se reportan a las autoridades, advierte la Unfpa.

Los ‘guardianes’ y las parejas manejan y dominan la sexualidad de las menores de edad a través del silencio impuesto, la negligencia personal para controlar el comportamiento, la libertad de movimiento y la violencia.

Varias encuestadas declararon haberse ofrecido voluntariamente para el matrimonio y las uniones infantiles con el fin de evitar que sus familias tengan una boca más que alimentar, sintiendo que así podrían ayudar.

Sin embargo, las niñas atrapadas en ese tipo de relaciones generalmente no cuentan con autonomía en materia económica, ya sea por falta de escolaridad o por el rol de cuidado infantil que cumplen, indica el sitio de noticias de ONU.

Las normas de género definen lo que las niñas pueden y no pueden hacer, antes y dentro de las uniones, pues desde la primera infancia se les inculcan patrones no equitativos, arroja el estudio.

Mientras los niños son ‘más valorados’ y se les da mayores libertades, las niñas deben equilibrar las tareas domésticas con la escolarización. Esa doble moral y el control de la sexualidad de ellas las obliga a entrar en uniones tempranas, señala el reporte de Unfpa.

En general, agrega, las uniones tempranas se convierten en un reflejo de opiniones adultas sobre la sexualidad de los adolescentes y sobre cómo esta se debe gestionar y sancionar.

Asimismo, el hecho de no educar a los jóvenes sobre el sexo y la sexualidad y de no proteger a las niñas del sexo coaccionado y del embarazo no deseado refleja valores discriminatoiros y patriarcales.

El informe recomienda realizar mayores esfuerzos en las comunidades para cambiar tales normas sobre el potencial y los roles de las niñas en la vida.

También advierte sobre las débiles legislaciones al respecto que existen en América Latina, así como de los escasos sistemas efectivos de protección social o de seguridad para niñas y adolescentes.

Según el Unfpa, muchas niñas y adolescentes latinoamericanas afrontan roles injustos de género en la unión, y carecen de derechos y libertades básicas, como vestirse con ropa específica o salir de sus propias casas sin permiso.

Las normas de género establecidas desde sus propias familias, la doble moral y el control de la sexualidad de niñas y adolescentes, entre otras expresiones de desigualdad de género, las obligan a entrar en matrimonios o uniones tempranas, resalta esa agencia de ONU 

El estudio, que se realizó en Bolivia, Brasil, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Perú, República Dominicana y Guatemala, analiza cualitativamente algunas de las causas que impulsan a las niñas y jóvenes contraer esos enlaces.

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