Esta semana, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos anunció una rebaja de sus tasas de interés por primera vez desde la crisis de 2008, dejándolas entre 2% y 2,25%. Su presidente Jerome Powell afirmó que esto era solo el inicio de “una larga serie de recortes” para enfrentar “incertidumbres” en el panorama económico, a pesar de un fuerte aumento del desempleo en los últimos años.
RFI: ¿Qué explica la decisión de la Fed de rebajar hoy en día sus tasas?
Agnès Bénassy-Quéré : Es una medida sorprendente porque la inflación no es mala, la tasa de desempleo está en un nivel muy bajo y además la Fed debe darse cierta cabida para poder realizar bajas de intereses en caso de crisis económica. Pero lo cierto ahora es que el fuerte crecimiento que empezó con la elección de Donald Trump se debe sobre todo a una política presupuestaria expansionista. Lo que se viene ahora es de menor factura entonces los economistas quieren quitar barreras y derechos de aduana para mejorar las perspectivas económicas y el comercio.
RFI: ¿Qué efectos tienen estas medidas?
Agnès Bénassy-Quéré : Una disminución de las tasas en general estimula el crecimiento y el endeudamiento. Los consumidores adquieren poder adquisitivo con créditos y así compran casas y autos. Sin embargo, ese impacto positivo tiene un efecto negativo: destruye la cadena de valores internacional y puede eventualmente retrasar o cancelar proyectos de inversión de algunas empresas. Es lo que llamamos políticas económicas “de demanda” y de “estímulo fiscal”. Se trata de políticas a corto plazo, para sanar algo inmediato. El crecimiento duradero depende de las innovaciones técnicas y del crecimiento demográfico, que hoy está siendo restringido en Estados Unidos por el bloqueo a la inmigración.
RFI: ¿Qué significa esto para América Latina?
Federico Glustein: Tendrá efecto sobre los mercados emergentes en Argentina, en México o en Brasil, donde algunos capitales migran buscando una tasa de ganancia mayor. En Argentina, por ejemplo, se espera que llegue una lluvia de dólares que permita estabilizar el tipo de cambio y aumentar el PIB muy castigado en estos años. Esto duraría un año, lo que permitiría a los gobernantes mantener con estabilidad su mandato.