El 20 de agosto de 2018 ambas naciones estrecharon lazos. El Salvador rompió relaciones con Taiwán y se sumó a los 177 Estados que han aprobado la Resolución de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, la cual reconoce la existencia de una sola China.
La embajadora de China en El Salvador, Ou Jianhong, afirmó que las importaciones y exportaciones de productos crecieron exponencialmente: “El café, el azúcar y otros productos que cosechan -los salvadoreños- son de alta calidad y con fama mundial. El establecimiento de relaciones diplomáticas han facilitado la construcción de una plataforma más amplia para fomentar las cooperaciones pragmáticas e intercambio de experiencias entre ambos países. En el último año, los dos países mantienen frecuentes intercambios de alto nivel y el resultado de las relaciones son fructíferas, presentando perspectivas amplias. Según las estadísticas salvadoreñas, en 2018 el volumen comercial entre China y El Salvador alcanzó los %1,738 millones de dólares que significa un aumento interanual del 16,3%. Las exportaciones de El Salvador a China alcanzaron los $86 millones de dólares que significa un crecimiento del 82%”
Las relaciones diplomáticas entre China y El Salvador crearon incertidumbre al ser aprobadas en los últimos meses del gobierno del FMLN y luego de que Nayib Bukele advirtiera que revisaría dichas relaciones al llegar al poder. Sin embargo, el 27 de junio de este año, Bukele anunció que “las relaciones entre China y El Salvador son plenas y establecidas, lo que demuestra su visión internacional y responsabilidad para el país y su pueblo”.
La ministra de cultura Suecy Callejas afirmó que el Gobierno impulsará el intercambio cultural. “Está en las manos de todos y todas continuar y profundizar este viaje compartido. Nuestros dos países, por diferentes que parezcan, llevan camino similares, compartimos sueños de revitalizar nuestras naciones y sus relaciones. El Salvador proyecta y comparte con China los esfuerzos por una cultura de paz extendida y replica los deseos de su pueblo para la prosperidad y el bienestar social. Participemos con alegría de estas nuevas oportunidades, es el momento de abrir para El Salvador perspectivas innovadoras que iluminen nuestro futuro. Agradecemos la compañía de un pueblo amigo en este primer año y volcamos la mirada hacia un futuro productivo”.
El Salvador requiere potenciar el desarrollo humano para aprovechar las relaciones diplomáticas con grandes potencias mundiales
El jefe del departamento de Economía de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, UCA, Mario Montesino, afirma que la inversión pública en El Salvador ronda el 2% del PIB y la inversión privada ronda el 16% del PIB, lo cual es muy bajo, ya que se necesita por lo menos un 25% para que haya un desarrollo humano.
Montesino considera que las relaciones con Estados Unidos y China deberían aprovecharse para conseguir dicha inversión. “En el país existen recursos sobre la base de la producción, pero requiere un proceso redistributivo, si no tuviésemos un proceso redistributivo o al menos adicional a él, debía de haber un financiamiento en el cual potencias como Estados Unidos con el que hemos tenido mayor relación, más tiempo de relación, y en este caso China, podrían ayudarnos”.
Por su parte, el economista de la UCA, Eugenio Arene, considera que el modelo económico liberal está fracasado y vuelve la mirada a China: “China creció a tasas de dos dígitos, 11 y 12 por ciento, durante 30 años, eso implicó sacar de la pobreza alrededor de 300 millones de chinos, ahí hacemos la diferencia entre crecimiento económico y desarrollo. El problema es que este país -El Salvador- también ha sido manejado como una hacienda (…) nos volvimos un país que exporta cada vez menos bienes y servicios, importa cada vez más bienes y servicios y, encima de eso, saca a lo más preciado que tenemos que su gente. Ese es el modelo, un modelo fracasado”.
Ambos economistas de la UCA consideran que las relaciones diplomáticas con China deben aprovecharse para obtener recursos, apoyo y asesorías que le permitan a El Salvador despegar en materia económica.