Miranda Hollingshead, una estadounidense que visitaba por primera vez el parque estatal Cráter de Diamantes (Arkansas, EE.UU.), encontró un raro ejemplar de casi cuatro quilates.
Esta mujer de 27 años había escuchado hablar desde hacía años de ese lugar donde cualquiera puede pagar 10 dólares para tratar de encontrar diamantes y decidió probar suerte con su familia, aunque esa actividad no formaba parte de su plan original.
En un momento dado, cuando estaba sentada a la sombra, miró hacia abajo e identificó el diamante «mezclado con otras rocas».
El más grande desde 2017
Hollingshead mostró a sus parientes la piedra que halló y la llevó al Centro de Descubrimiento de Diamantes, donde el personal certificó que se trataba de un diamante amarillo de 3,72 quilates, el más grande encontrado en ese parque desde marzo de 2017 y el mayor de ese tipo desde octubre de 2013.
Un especialista de esa instalación estima que este hallazgo pudo producirse por las lluvias recientes que habían caído en la zona.
Como muchos afortunados dan nombres a sus diamantes, esta fémina y su hijo denominaron a esta gema ‘Caro Avenger’.
La afortunada, que aún no sabe si venderá el diamante o lo montará en un anillo, explicó que el primer término lo eligió el menor y el segundo (‘vengador’, en inglés) ella porque es «fan de los superhéroes».
En el Cráter de Diamantes se han registrado 319 diamantes —con un peso total de 63,49 quilates— durante este año y más de 33.100 desde 1972, cuando se convirtió en un parque estatal. Allí se encontró el Tío Sam de 40,23 quilates, el diamante más grande jamás hallado en EE.UU.