Según la nueva evidencia, los fiscales del caso Lava Jato tuvieron en sus manos 22 diálogos del fundador del Partido de los Trabajadores (PT), aunque solo usaron uno de ellos para manipular la opinión pública.
La defensa del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva denunció esta semana que las nuevas filtraciones con relación al caso Lava Jato confirman las ilegalidades realizadas por el exjuez Sergio Moro y los fiscales de esa operación contra el exmandatario.
Según reveló el medio Folha de Sao Paulo, en asociación con el sitio The Intercept, los fiscales del caso Lava Jato tuvieron en sus manos 22 diálogos del fundador del Partido de los Trabajadores (PT), aunque solo usaron uno de ellos para manipular la opinión pública.
Los audios fueron producto de escucha telefónica ilegal realizada por la Policía Federal de Brasil, hecho ya confesado por Moro, actual ministro de Justicia en el Gobierno de Jair Bolsonaro.
Para los abogados del expresidente, la evidencia muestra el desempeño indebido de Moro en el caso contra Lula da Silva.
Según la defensa, los nuevas filtraciones indican que Moro y los fiscales «seleccionaron conversaciones telefónicas mantenidas por Lula, escondiendo otras del Supremo y aquellas que dejaban en claro que el expresidente aceptó el cargo de ministro de Estado para ayudar el Gobierno y el país, y no para cualquier otra finalidad».
Los fiscales de Lava Jato, de acuerdo con los juristas, «tenían plena conciencia de la ilegalidad que practicaban y de la divulgación de las conversaciones telefónicas, incluso de aquellas captadas después de la decisión judicial que determinó el cierre de las intervenciones».