Al respecto coincidió con el mandatario de calificar el encuentro como un éxito para México en tanto y cuanto Estados Unidos reconoció los avances logrados por el gobierno en los compromisos del 7 de julio pasado para frenar el flujo migratorio.
Ejemplificó esa apreciación con el dato de que la reducción del flujo migratorio de junio a la fecha fue de 58,7 en total, de ellos migrantes de Centroamérica 79,3 por ciento, mexicanos 7,2 y el resto de otras nacionalidades.
Sin embargo, el canciller admitió que Washington ha hecho muy poco para frenar el tráfico de armas desde Estados Unidos a México fundamentalmente por la frontera común en Texas, California y Arizona y dijo que el 70 por ciento de los crímenes cometidos en el país son ocasionados por armas adquiridas en los estados vecinos.
Debido al ‘poco o casi nada’ de esfuerzo por parte de la Casa Blanca para frenar el tráfico de armas, Ebrard anunció que México hará una revisión mensual de las acciones del gobierno estadunidense contra ese gran problema y le exigirá mayores esfuerzos para detener el flujo ilegal de armamento.
‘Tiene Estados Unidos que hacer más. Lo que se hace es muy poco o si no es que nada. Necesitamos que las autoridades norteamericanas, como la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza que criticó las acciones de México, hagan lo que les corresponde según a los acuerdos bilaterales incluida una revisión para que no se porten armas’, demandó.
Anunció que en la revisión mensual que hará el Subgrupo Binacional de Tráfico de Armas, del Grupo de Alto Nivel sobre Seguridad México-Estados Unidos, se detallará el tipo de armas que ingresan al país y el delito al que están vinculadas. ‘México estará exigiendo resultados en reciprocidad de lo que hacemos en materia migratoria’, afirmó.
Señaló que quedó claro en la reunión que el control de tráfico de armas en la frontera para México tiene el mismo rango de prioridad que la migración para Estados Unidos.
En respuesta a una pregunta sobre el TIAR el canciller ratificó la posición expuesta por su representante en la OEA y recordó que México renunció a ese mecanismo en 2002 por estar desfasado y continúa igual porque no hay una amenaza extracontinental a América para invocarlo.
Insistió en que la posición de México respecto a Venezuela permanece igual y reiteró que el conflicto interno debe resolverse por la vía pacífica, la negociación y sin inmiscuirse en sus asuntos internos. El canciller remitió a los periodistas a la nota de la cancillería y la posición de su representante en la OEA.
De igual manera, reiteró que ni el gobierno de México, ni el Congreso de la República, aceptarán la pretensión de Estados Unidos de convertirlo en tercer país seguro respecto a la migración y que se mantendrá la posición conocida sobre el tema la cual difiere de la que tiene Washington.