De acuerdo con el diario, una advertencia de viajes del Departamento de Estado muestra que hay lugares donde esas personas que esperan en México enfrentan peligros como secuestros, asesinatos y agresiones, comparables a los que causaron que muchos huyeran de sus países de origen en primer lugar.
Sus perspectivas de obtener acceso a territorio estadounidense pasaron de escasas a casi imposibles a principios de este mes, cuando la Corte Suprema dejó en vigor una nueva norma que impide a los migrantes que pasaron por un tercer país solicitar asilo aquí a menos que lo hayan pedido en otra nación y les haya sido negado, apuntó el medio.
A decir del Times, algunas de esas personas se dieron por vencidas y tomaron un transporte gratuito proporcionado por el gobierno estadounidense y la ONU de regreso a sus hogares en América Central.
Pero muchos otros migrantes que están atrapados en Matamoros dijeron que la desesperación los llevó a considerar cruces fronterizos traicioneros y potencialmente mortales a través del río o mediante camiones calientes y sin aire conducidos por contrabandistas de personas.
Según la publicación, las escenas emergentes de los cruces furtivos reflejan un cambio importante en la dinámica en la frontera, luego de que durante 18 meses muchos de los cientos de miles de migrantes que cruzaron los límites con México buscaron agentes de la Patrulla Fronteriza, en lugar de esconderse de ellos, para solicitar asilo.
Las nuevas políticas de la administración Trump han desempeñado un papel en la reducción drástica de estos números, pero también parecen estar llevando a más personas a la clandestinidad, indicó el Times.
El diario añadió que en un solo día de la semana pasada, en la ciudad de Laredo, Texas, fueron arrestadas 111 personas apiñadas en la parte trasera de tres tractocamiones diferentes, uno de los cuales tenía una temperatura de 40 grados Celsius cuando se abrió.
Según la Patrulla Fronteriza, la cantidad de migrantes que han sido atrapados cuando estaban escondidos en tractocamiones a lo largo de la frontera aumentó un 40 por ciento este año.
En el lado mexicano, apuntó el periódico, los contrabandistas se han convertido en la última esperanza para muchos migrantes que temen esperar meses mientras se procesan sus solicitudes de asilo en Estados Unidos, al saber que es probable que se les niegue ese pedido de todos modos.
