(Por: René Hurtado)
Dentro de los conversatorios que organiza la Dirección Administrativa y la Biblioteca de la Corte de Cuentas, pretende llevar al personal el papel que realizó la generación comprometida de los años 50s que tuvo sus orígenes en la Universidad Nacional de El Salvador. La intelectualidad de esa época, participó en los movimientos políticos, algunos mediante el arte: con poemas, novelas, drama y otras expresiones, en la que apoyaban las luchas en contra la represión de los gobiernos autoritarios.
El poeta Roberto Armijo, que al igual que otros escritores, fue enviado por la Universidad Nacional con una beca de estudios hacia Francia en el año 1971, pero la dictadura militar de esa época, no le permitió su regreso a nuestro país y Roberto Armijo, se queda en Francia y después de la firma de los Acuerdos de Paz – estando en Francia en 1992-, fue representante del FMLN. El poeta Roberto Armijo murió exiliado en Francia en 1997 y su fallecimiento causó dolor entre la «generación comprometida» y uno de sus últimas obras escogidas se titula «En busca de Ítaca»
El poeta griego de Alejandría Constantino Cavafis quien vivió entre (1863 – 1933) habla sobre la importancia de disfrutar el camino y no sólo añorar el objetivo, recalcó que el camino, el viaje, es más importante que la meta: llegar a la vejez con cuanto hayas ganado en el camino — experiencia y conocimiento— sin esperar que Ítaca te enriquezca: una metáfora que puede extenderse a muchos procesos de nuestra vida y como poeta, vivió su homosexualidad en el exilio y para el regreso a su casa la describió en su poema Ítaca. Las Ítacas pueden ser, entonces, casi cualquier cosa: podrían representar el proceso para lograr una meta o para recuperar algo que hemos perdido, incluso, podrían simbolizar el acto de transitar por la vida de principio a fin, para finalmente volver al origen tal como lo describe la obra de nuestro Poeta, ensayista, dramaturgo y profesor universitario salvadoreño, Roberto Armijo en su libro «En busca de Ítaca. Obra escogida», que fue dirigida por Dirección de Publicaciones e Impresos (DPI) con su director el escritor Mario Noel Rodríguez, como compilador el escritor, y Doctor Luis Alvarenga, con la colaboración de la viuda del poeta Roberto Armijo, la periodista María Echeverría, en una obra póstuma titulada “En busca de Ítaca.
Otro grande de la “generación comprometida” es nuestro poeta, RICARDO CASTRO RIVAS que narró parte de su OBRA en su libro «Juglarse la Vida» y su relación con los grandes poetas de la época, como Roque Dalton o «Roquito» como lo llama nuestro gran poeta y escritor Castro Rivas, que nació en San Salvador el 19 de septiembre de 1938,con 82 años tiene una mente brillante, lúcida es un poeta y escritor con pluma fina, cursó estudios de primaria hasta sexto grado, aprendió los oficios de tipografía y linotipista definiéndose como autodidacta. Trabajó durante muchos años en labores de tipografía; luego se dedicó a la publicidad. Cultiva el cuento breve y cargado de imaginación. Como poeta se inclina a una expresión de atrevidas imágenes de las que surgen los contenidos eróticos y sociales. En sus poemas podemos percibir su amor por su país y su gente.
¿Pero por qué nuestro poeta y escritor usa sus dos apellidos unidos? nos explica que fue «sugerencia de la poeta Claudia Lars», que sus dos apellidos Castro Rivas eran muy comunes, pero que uniéndolos como ‘Castrorrivas’ la sonoridad sería siempre muy buena y que tendrían además un efecto visual memorable y original» y nuestro poeta y escritor le hizo caso a Claudia Lars.
Éste poeta y escritor, tituló su libro » juglarse la Vida» y dentro de la «generación comprometida» fue perseguido por los «cuerpos represivos de la guardia y policía nacional», y dejó su familia para proteger su vida. Nuestro poeta se siente orgulloso de haber pertenecido la» generación comprometida». La palabra «juglarse» fue utilizada por poetas y escritores dentro de proceso de la revolución francesa en 1789 y se compara como» jugarse la vida».
