El mayor fabricante ruso de trolebuses, Trolza, brinda a Argentina las últimas innovaciones en transporte público. Además de ser ecológicos, son también económicos y cómodos, y ofrecen nuevas posibilidades.
Históricamente, los trolebuses de fabricación soviética y rusa jugaban un papel importante en la red de transporte público del país latinoamericano. Ahora, los vehículos fabricados por Trolza cuentan con tecnologías modernas y ofrecen nuevas posibilidades a las urbes argentinas.
La historia de los trolebuses soviéticos en Argentina
La ciudad argentina de Mendoza fue la primera urbe del continente sudamericano en implementar un servicio de trolebuses, inaugurado en 1913. No obstante, en un principio estos vehículos provenían de países como Japón y Alemania.
Fue en 1980 cuando los trolebuses de fabricación soviética irrumpieron en Argentina. Fue el modelo ZiU-9 el primero que entró en servicio en Rosario. Cuatro años más tarde apareció en Mendoza. Se convirtió en el vehículo de su clase más producido del mundo: 40.000 unidades recorrieron las calles.
Ya en su época era un trolebús innovador y contaba con avances como la dirección hidráulica y una suspensión suave. Estos vehículos eran exactamente los mismos que recorrían las calles soviéticas, razón por la cual no fueron adaptados a las particularidades argentinas.
Estos trolebuses dieron servicio a Argentina durante 25 años, hasta que fueron retirados en 2009.
Nuevos tiempos, nuevos trolebuses
Rusia sigue colaborando con Argentina en cuestiones de transporte público, siendo los trolebuses uno de los pilares de esta cooperación. Así, la compañía Trolza, ubicada en la región rusa de Sarátov, suministra sus productos al país latinoamericano.
Los trolebuses del modelo Megapolis ya están circulando por las calles de Rosario y de Córdoba. Al igual que sus predecesores soviéticos, el nuevo modelo cuenta con las últimas tecnologías. Sin embargo y a diferencia de los anteriores modelos, ha sido adaptado a las condiciones climáticas y logísticas de Argentina.
El 80% de la carrocería del Megapolis está hecha de materiales compuestos. Son vehículos dotados de un sistema de navegación por Glonass y GPS, de conexión wifi para los pasajeros, de videovigilancia y de climatizador.
Probablemente una de las capacidades técnicas más impresionantes de los trolebuses Megapolis sea el uso de baterías de litio que les permiten recorrer hasta 15 kilómetros sin estar conectados a una red eléctrica. Junto con unas innovadoras soluciones técnicas que ahorran hasta un 40% de la energía, los municipios argentinos podrán ahorrarse unas cuantiosas sumas.
Aparte de este evidente ahorro eléctrico, los ayuntamientos ahora tienen la oportunidad de modificar las rutas de los trolebuses sin tener que instalar las redes eléctricas que necesitarían los trolebuses convencionales, puesto que los Megapolis de Trolza pueden recorrer una distancia considerable sin estar conectados a la red.
Otro factor que contribuyó a la entrada de los trolebuses rusos en las calles de las ciudades argentinas fue el hecho de que Trolza forma parte del catálogo electrónico de exportadores rusos, madeinrussia.com. Ello le permitió a esta compañía tener acceso al Centro de Exportación Rusa, organismo que, en cooperación con las autoridades de Argentina, logró crear las condiciones idóneas para exportar al país latinoamericano.