La policía sigue reprimiendo con gases lacrimógenos y pimienta las manifestaciones en las inmediaciones del presidencial Palacio de Carondelet, en abierto desafío al estado de excepción que decretó el gobierno de Lenín Moreno para contener protestas en todo el país por el incremento hasta de 123 por ciento al precio de los combustibles para cumplir un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Al grito de “abajo el paquetazo”, los manifestantes arrojaron piedras y bombas incendiarias a elementos de la fuerza pública. Durante los incidentes, fotógrafos de medios nacionales fueron agredidos.
Las protestas, en las que también participaron transportistas, impidieron que tripulantes y pasajeros llegaran al aeropuerto Mariscal Sucre que decretó la suspensión de todas sus operaciones.
Los transportistas pararon en varios puntos; taxistas bloquearon con sus unidades calles en esta capital y otras ciudades, mientras con camiones, piedras y neumáticos en llamas bloquearon la circulación en carreteras, en la mayor movilización en Ecuador desde 2007, cuando asumió el izquierdista Rafael Correa (2007-2017), cuyo sucesor, Lenín Moreno, se distanció de él tan pronto asumió el poder.