Guatemala no escapa de esta colosal tragedia humana, pues se calcula que más del 90 por ciento de los casos de ceguera aquí pueden ser evitables; sin embargo, los altos costos de las intervenciones quirúrgicas en clínicas privadas impiden a muchos acceder a un derecho humano fundamental.
Estadísticas de la Brigada Médica Cubana (BMC) en esta nación demuestran que solo en 2018 fueron rescatados de la oscuridad seis mil 58 pacientes que hoy se sienten agradecidos con la idea lanzada en 2004 por los líderes históricos Fidel Castro y Hugo Chávez Frías (Venezuela).
En el municipio de Villanueva, a 17 kilómetros de esta capital, funciona uno de los cuatro centros oftalmológicos operados por personal cubano con tecnología de punta y, sobre todo, mucho cariño hacia quienes traspasan su puerta, en su mayoría personas de la tercera edad.
Cada día atienden a más de 150 personas, entre las diversas consultas que ofrecen, ya que también pueden graduarse la vista y llevarse sus espejuelos, siempre que los recursos lo permitan, y asegurar los tratamientos pre y post operatorio sin desembolsar dinero.
Además del centro ubicado en Villanueva, funcionan otros en Mixco, Escuintla y Jalapa, los cuales se suman cada año al Día Mundial de la Visión con jornadas médicas para detectar y prevenir la ceguera.
A juicio de la doctora guatemalteca Aída Monzón, miembro de la Comisión Nacional de Salud Ocular, el apoyo de los galenos cubanos en la atención de cirugía de catarata ha sido muy importante.
‘La catarata es uno de los grandes problemas y el mayor obstáculo, la falta de conocimiento de la población de que puede ser atendida de una manera sencilla. Ese es el trabajo que la Brigada Médica Cubana ha venido haciendo junto al Instituto Panamericano contra la Ceguera en estos años’, asegura.
De acuerdo con Monzón, un examen de la vista en una clínica privada puede llegar a costar hasta 300 quetzales (40 dólares), una cifra imposible de pagar por aquellos que sus ingresos apenas le alcanzan para costear la canasta básica de alimentación.
Son trece años de presencia ininterrumpida que los guatemaltecos más vulnerables agradecen con expresiones como ‘Los cubanos tienen mano de oro’ o simplemente áMiramos!