Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán, quien fuera detenido en Culiacán, Sinaloa y liberado horas después por las autoridades del Gobierno de México, portaba un par de amuletos religiosos, entre los que destacó el del Santo Niño de Atocha al momento de su captura, pero ¿qué significan?
Conocido como “el Ratón”, el joven de 29 años de edad, traía consigo un escapulario del Santo Niño de Atocha, que de acuerdo a las creencias religiosas y en la “narcocultura” es conocido como el santo intercesor de las personas en reclusión.
Según los relatos religiosos, el culto se instauró en el país en el siglo XVIII en México en Fresnillo, Zacatecas, donde el Santo Niño de Atocha cobró popularidad por ser intercesor de las personas que se encontraban en prisión.
La leyenda dice que el primer milagro del santo fue la liberación de una mujer en 1829, quien estaba recluida por haber cometido un delito en Durango. Tras encomendarse al niño, este se le apareció como un joven con el nombre de Manuel Atocha y presuntamente la encaminó a su liberación.
Cabe señalar que dentro del ámbito del narcotráfico y el crimen organizado, muchos cárteles adoran a distintas deidades religiosas como la Santa Muerte, Jesús Malverde, San Judas Tadeo, entre otros.
El origen de las balaceras de Culiacán, Sinaloa, fue la ubicación e identificación de un hijo del #Chapo: Ovidio Guzmán López; este es su perfil: https://t.co/Lzlwj4zjOl pic.twitter.com/AiIInQrnGK
— POLÍTICO México (@politicomx) October 18, 2019